Un alpinista se aventuró a escalar una montaña solo y sin preparación adecuada. Por la noche resbaló cerca de la cima y cayó colgando de la cuerda que lo amarraba a la montaña. Gritando por ayuda, una voz le dijo que cortara la cuerda, pero el alpinista se negó y sobrevivió. Al día siguiente lo encontraron congelado a solo dos metros del suelo, aferrado fuertemente a la cuerda que le salvó la vida.