1. 1
El concepto de competencia comunicativa en la política educativa
colombiana
Por CARLOS SÁNCHEZ LOZANO∗
Origen y evolución del concepto “competencia comunicativa”
A continuación se enumeran los pasos que desde mediados de los años ochenta del siglo
pasado consolidaron el discurso sobre competencia comunicativa en los documentos
producidos por el MEN.
La Ley 115 de 1994 o Ley General de la Educación, en el artículo 21, estableció entre los
objetivos específicos de la educación básica en el ciclo de primaria los relacionados con el
lenguaje:
(…)
c. El desarrollo de las habilidades comunicativas básicas para leer, comprender,
escribir, escuchar, hablar y expresarse correctamente en lengua castellana y también
en la lengua materna, en el caso de los grupos étnicos con tradición lingüística propia,
así como el fomento de la afición por la lectura;
d. El desarrollo de la capacidad para apreciar y utilizar la lengua como medio de
expresión estética.
Entre los objetivos específicos de la educación básica en el ciclo de secundaria (artículo 22)
se señalaron:
a. El desarrollo de la capacidad para comprender textos y expresar correctamente
mensajes complejos, orales y escritos en lengua castellana, así como para entender,
mediante un estudio sistemático, los diferentes elementos constitutivos de la lengua;
b. La valoración y utilización de la lengua castellana como medio de expresión
literaria y el estudio de la creación literaria en el país y en el mundo.
Los Lineamientos curriculares de lengua castellana, publicados en 1998, establecieron
como eje curricular del área el desarrollo de la competencia comunicativa1
. Allí se definía
como “el uso del lenguaje en actos de comunicación particulares, concretos y social e
históricamente dados” (Lineamientos..., 1998, pág. 46) en oposición a la competencia
lingüística referida a “un hablante/oyente ideal, a una comunidad lingüística homogénea; y
al conocimiento tácito de la estructura de la lengua que permite producir y reconocer los
enunciados como gramaticalmente válidos o no” (Lineamientos..., 1998, pág. 46).
∗
Docente, editor, investigador educativo. Es consultor del CERLALC en temas de lectura y escritura. Correo
electrónico: cslozano@gmail.com.
1
“No sólo conocemos nuestra lengua materna como un sistema abstracto de signos vocales, o como si fuera
una especie de texto de gramática con un diccionario adjunto; la conocemos en el sentido de saber cómo
utilizarla, sabemos cómo comunicarnos con otras personas, cómo elegir formas de lenguaje apropiadas al tipo
de situación en que nos encontramos... sabemos comportarnos lingüísticamente”. En: Hallyday, M. El
lenguaje como semiótica social. México: FCE, p. 23.
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Sin embargo, ya desde principios de los años ochenta se había cuestionado un modelo de
enseñanza de la lengua basado en la prescriptiva gramatical y literaria. El MEN, en
concordancia con la propuesta del enfoque semántico-comunicativo -elaborada por el
equipo del profesor Luis Ángel Baena- había señalado que el trabajo en lenguaje debía estar
centrado en el concepto de significación, “entendida como aquella dimensión que tiene que
ver con los diferentes caminos a través de los cuales los humanos llenamos de significado y
de sentido a los signos” (Lineamientos..., 1998, pág. 47). Los docentes, coloquialmente,
resumían el enfoque semántico comunicativo como el desarrollo de cuatro habilidades:
Leer Escribir Hablar Escuchar
En los Lineamientos, siguiendo a Baena, se quiso ser más específico y se habló de una gran
competencia significativa, dividida en siete competencias asociadas.
Competencia
gramatical
Competencia textual Competencia semántica
Referida a las reglas
sintácticas,
morfológicas,
fonológicas y fonéticas
que rigen la producción
de los enunciados
lingüísticos.
Referida a los mecanismos que garantizan
coherencia y cohesión a los enunciados
(nivel micro) y a los textos (nivel macro).
Esta competencia está asociada también
con el aspecto estructural del discurso,
jerarquías semánticas de los enunciados,
uso de conectores, por ejemplo; y con la
posibilidad de reconocer y seleccionar
según las prioridades e intencionalidades
discursivas, diferentes tipos de textos.
Referida a la capacidad de
reconocer y usar los significados y
el léxico de manera pertinente
según las exigencias del contexto
de comunicación. Aspectos como
el reconocimiento de campos
semánticos, tecnolectos o
idiolectos particulares hacen parte
de esta competencia; lo mismo
que el seguimiento de un eje o
hilo temático en la producción
discursiva.
Competencia pragmática o
sociocultural
Competencia
enciclopédica
Competencia literaria Competencia
poética
Referida al reconocimiento y al uso
de reglas contextuales de la
comunicación. Aspectos como el
reconocimiento de intencionalidades
y variables del contexto como el
componente ideológico y político
que está detrás de los enunciados
hacen parte de esta competencia, el
reconocimiento de variaciones
dialectales, registros diversos o, en
términos de Bernstein, códigos
sociolingüísticos, presentes en los
actos comunicativos son también
elementos de esta competencia.
Referida a la
capacidad de
poner en juego, en
los actos de
significación y
comunicación, los
saberes con los
que cuentan los
sujetos y que son
construidos en el
ámbito de la
cultura escolar o
sociocultural en
general, y en el
microentorno
local y familiar.
Entendida como la
capacidad de poner en
juego, en los procesos
de lectura y escritura,
un saber literario
surgido de la
experiencia de lectura y
análisis de las obras
mismas, y del
conocimiento directo
de un número
significativo de estas.
Entendida como la
capacidad de un
sujeto para inventar
mundos posibles a
través de los
lenguajes, e
innovar en el uso
de los mismos.
Esta competencia
tiene que ver con la
búsqueda de un
estilo personal.
3. 3
En el siglo XXI el concepto de competencia comunicativa evoluciona en diversos
documentos producidos por el MEN, el ICFES y por algunas secretarías de educación
locales (como la de Bogotá o la de Antioquia) que en una perspectiva más o menos similar
enfocaron el problema.
A partir de 2003, cuando se emiten los Estándares básicos de competencias de lenguaje, el
concepto de competencia es más orgánico y sistemático:
“saber hacer en situaciones concretas que requieren la aplicación creativa,
flexible y responsable de conocimientos, habilidades y actitudes” (Estándares
de competencias básicas, 2003, pág. 12).
Siempre en referencia con los Lineamientos curriculares se definen tres campos
fundamentales en la formación en lenguaje.
La pedagogía de la lengua
castellana
La pedagogía de la literatura La pedagogía de otros
sistemas simbólicos
En síntesis, las competencias que debían desarrollar los estudiantes en educación básica y
secundaria quedaron agrupadas en cinco áreas:
• Producción textual
• Comprensión e interpretación textual
• Literatura
• Medios de comunicación y otros sistemas simbólicos
• Ética de la comunicación
Es claro que en documentos posteriores, sobre todo relacionados con la evaluación masiva
de la competencia comunicativa2
, se ha dado prioridad a la enseñanza de la comprensión y
la producción textual escrita. Incluso es importante aclarar que se la ha dado más
importancia a la lectura que a la escritura, y esta valoración se ha transmitido a la didáctica
docente y a las prácticas de aula. Las competencias relacionadas con la oralidad, la
educación literaria y la enseñanza de sistemas simbólicos no verbales han quedado, en
cierto modo, en un segundo plano3
.
A partir de 2007, sobre todo en documentos ICFES relacionados con las Pruebas Saber y de
Estado, se ha resaltado que las dos competencias clave que se evaluarán en Colombia son la
competencia textual y la competencia sociodiscursiva.
2
Diversos documentos publicados por el ICFES lo ratifican. Al respecto véase Ballén M. et al (2007). Sobre
las Pruebas Saber y de Estado: una mirada a su fundamentación y orientación de los instrumentos en
lenguaje. Bogotá: ICFES.
3
Así lo señala una reciente investigación dirigida por Mauricio Pérez Abril (2010). Diez años de experiencias
en la enseñanza del lenguaje. Bogotá: Fundación Compartir-Universidad Javeriana.
4. 4
• La competencia textual es entendida como la capacidad para comprender y
producir textos, representada en la utilización de las diversas estructuras de la
lengua, para establecer correspondencias entre sí y la situación en las que se utilizan
dichas estructuras.
• La competencia sociodiscursiva es entendida como la capacidad de utilizar
adecuadamente la competencia textual, en el proceso de interpretación o producción
de sentido en la situación de comunicación propuesta (lectura o escritura), y
establece de qué modo se utilizan los recursos textuales para plantearse como sujeto
productor de discursos.
A partir de dichas situaciones se establecen tres niveles de desempeño en lenguaje:
• El reconocimiento y construcción del sistema básico de significación, cuyo énfasis
es la comprensión literal de los textos y la producción de mensajes vinculados con
necesidades inmediatas.
• El uso y la explicación del uso, cuyo énfasis es la comprensión inferencial de los
textos y la producción de mensajes más elaborados.
• El posicionamiento crítico y la intertextualidad, cuyo énfasis lo constituye la
comprensión dialógica de los textos, con posiciones críticas sustentadas desde los
textos mismos, y la producción de mensajes con los rasgos propios de la
universalidad.
Cambios que origina el discurso enfocado en la competencia comunicativa
El discurso basado en el desarrollo de la competencia comunicativa origina cambios en tres
ámbitos: en la organización curricular, en la didáctica del trabajo en el aula y en la
evaluación (ver Gráfico 1).
Gráfico 1
Ámbitos que afecta la transición hacia un enfoque basado en la competencia
comunicativa
Currículo
Evaluación
Didáctica
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a. En el plan curricular porque implica organizar la enseñanza del lenguaje con el fin
de desarrollar la competencia comunicativa, esto es:
• La comprensión lectora de información explícita e implícita de los tipos de
texto indicados en los Estándares.
• La planeación, revisión y producción de textos escritos de uso personal y social.
• La emisión y comprensión de discursos orales formales e informales.
• El desarrollo de la competencia literaria (esto es, la capacidad de un estudiante
para interactuar con diferente tipo de textos literarios y desarrollar hábitos de
lectura).
• El reconocimiento de los lenguajes de los medios de comunicación masiva y las
TIC.
• El uso de la lengua en un marco ético sociodiscursivo que valida la
interlocución con los otros y el respeto por la diversidad cultural.
b. En la didáctica porque no basta con enseñar temas (el sustantivo, la literatura
colonial hispanoamericana, la televisión como lenguaje, etc.), sino que es necesario
organizar la enseñanza con fines sistemáticos e intencionados a través de
actividades, secuencias didácticas y proyectos pedagógicos4
que generen
aprendizajes significativos en el uso de la lengua. Estas enseñanzas deberán dar
cuenta del desarrollo de competencias en la comprensión y producción de textos.
Por ejemplo, el desarrollo de competencias textuales escritas exige el enfoque en el proceso
textual, pero sin descuidar los niveles de palabra y oración (ver Gráfico 2).
Gráfico 2
Trabajo didáctico en el desarrollo de la producción textual escrita
4
En este mismo documento aparece la explicación de cada una en la sección Marco conceptual. Ver:
Actividad, secuencia didáctica y pedagogía por proyectos: tres alternativas para el diseño del trabajo
didáctico, escrito por Mauricio Pérez Abril y Gloria Rincón.
Textos
Oración
Palabr
a
Narrativo,
expositivo-‐
explicativo,
argumentativo,
no
secuencial,
etc.
Cohesión
local
Cohesión
lineal
Ortografía
literal
Ortografía
acentual
Coherencia
global
-‐
Silueta
del
texto
-‐
Idea
global
-‐Intención
comunicativa
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c. Y en la evaluación porque el Decreto 1290/2010 introduce la evaluación de
desempeños.
Desempeño Superior Desempeño Alto Desempeño Básico Desempeño Bajo
La denominación desempeño básico se entiende como la superación de los desempeños
necesarios en relación con las áreas obligatorias y fundamentales, teniendo como referente
los estándares básicos, las orientaciones y lineamientos expedidos por el Ministerio de
Educación Nacional y lo establecido en el proyecto educativo institucional. El desempeño
bajo se entiende como la no superación de los mismos.
Lo que sigue...
La tarea que sigue en los próximos años, en relación con el desarrollo del enfoque por
competencia comunicativa, es lograr que, en efecto, se produzcan cambios en:
• La formación de los docentes como lectores y escritores activos.
• La organización de los currículos de lenguaje con el desarrollo de competencias
como meta.
• La construcción de una escuela lectora, escritora, y en donde la oralidad abra
espacios para el diálogo y la argumentación.
• La interacción crítica con los nuevos lenguajes y los tipos de texto surgidos de
Internet y de las tecnologías de la información y la comunicación.
• La implementación de secuencias didácticas y proyectos pedagógicos que generen
aprendizajes significativos en el uso del lenguaje.
La competencia comunicativa tiene por función principal la significación, que se constituye
en un instrumento esencial de comunicación. En tal sentido la legislación actual promueve
una educación lingüística y literaria orientada hacia el logro de las grandes metas en la
enseñanza del lenguaje, metas establecidas en los Estándares Básicos de Competencias en
Lenguaje.
• La comunicación, en tanto brinda elementos esenciales que aportan a la formación
de sujetos
para
que estén en capacidad de comprender, interactuar, valorar, analizar
y desempeñarse en distintos contextos comunicativos: reconocimiento de roles
sociales, de intenciones lingüísticas y comunicativas, de la posición que asumen los
interlocutores, entre otros.
• La transmisión de información, dado que en el mundo actual los sujetos no sólo
deben estar en capacidad de aprender a manejar diversas fuentes de información,
sino que también deben desarrollar competencias que les permitan producir y
transmitir nuevos significados y nuevos conocimientos de manera inteligente, clara
y oportuna.
• La representación de la realidad, por cuanto es a través del lenguaje que se hace
posible la organización simbólica del mundo conocido por el sujeto, lo que le
permite dar una forma concreta a sus percepciones y conceptualizaciones.
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• La expresión de los sentimientos y las potencialidades estéticas, en tanto los
diversos recursos de la lengua unidos a los múltiples contextos en que se dan los
procesos de significación, hacen posible la expresión de lo íntimo, lo subjetivo y lo
creativo.
• El ejercicio de una ciudadanía responsable, a partir de los procesos de
comunicación, del conocimiento del funcionamiento de lo social y lo cultural, los
sujetos, apoyados en los recursos que brinda la lengua, deben desarrollar la
capacidad para construir diálogos argumentados, responsables y respetuosos de los
interlocutores y de las situaciones comunicativas en que se que se desenvuelven.
• El sentido de la propia existencia, los sujetos en formación deben desarrollar
aquellas competencias que les posibiliten la expresión autónoma y responsable de
sus ideas, convicciones, etc.