La Revolución Francesa (1789-1799) marcó el inicio de la Edad Contemporánea y el fin del Antiguo Régimen. Fue causada por las deudas del Estado, malas cosechas que empobrecieron a los campesinos, y el deseo de la burguesía de participar en el gobierno. La revolución pasó por dos fases: la ascendente (1789-1794) donde la burguesía tomó el poder y se estableció la república, y la descendente (1794-1799) que terminó con el Directorio y