2. Los mayas utilizaban un sistema de numeración vigesimal (de base 20) de
raíz mixta, similar al de otras civilizaciones mesoamericanas.
Los mayas preclásicos desarrollaron independientemente el concepto de
cero alrededor del año 36 a. C.[1] Este es el primer uso documentado del
cero en América, aunque con algunas peculiaridades que le privaron de
posibilidad operatoria.[2] Las inscripciones, los muestran en ocasiones
trabajando con sumas de hasta cientos de millones y fechas tan
extensas que tomaba varias líneas el poder representarlas.
3. Los mayas idearon un sistema de numeración como un instrumento para
medir el tiempo y no para hacer cálculos matemáticos. Por eso, los
números mayas tienen que ver con los días, meses y años, y con la
manera en que organizaban el calendario.
Los mayas tenían tres modalidades para representar gráficamente los
números, del 1 al 19, así como del cero: un sistema numérico de puntos
y rayas; una numeración cefalomorfa «variantes de cabeza»; y una
numeración antropomorfa, mediante figuras completas
4. El año lo consideraban dividido en 18 unidades; cada una constaba de 20
días. Se añadían algunos festivos (uayeb) y de esta forma se conseguía
que durara justo lo que una de las unidades de tercer orden del sistema
numérico. Además de este calendario solar usaron otro de carácter
religioso en el que cada año se divide en 20 ciclos de 13 días. Al
romperse la unidad del sistema, éste se hace poco práctico para el
cálculo. Y, aunque los conocimientos astronómicos y de otro tipo
fueron notables, los mayas no desarrollaron una matemática
astronómica más allá del calendario. Fue así como ellos empezaron a
crear su simbolizacion a esto se le llama sistema de numeracion maya
5. Al tener cada cifra un valor relativo según el lugar que ocupa, la presencia
de un signo para el cero con el que indicar la ausencia de unidades de
algún orden se hace imprescindible. Los mayas lo usaron, aunque no
parece haberles interesado el concepto de cantidad nula. Como los
babilonios, lo usaron simplemente para indicar la ausencia de otro
número. Pero los científicos mayas eran a la vez sacerdotes ocupados
en la observación astronómica, y para expresar los números
correspondientes a las fechas usaron unas unidades de tercer orden
irregulares para la base 20. Así, la cifra que ocupaba el tercer lugar
desde abajo se multiplicaba por 20×18=360, para completar una cifra
muy próxima a la duración de un año. Su numeración limita en el
número 50. Este es una variante del sistema convencional maya