3. 3
De una imagen entrevista un instante en la calle se piensan mil cosas.
Las de Fina Gómez Revenga te arrastran a un mundo oscuro y luminoso.
Para vosotros, fijadas, os gustarán como me han gustado a mí.
NOTA: Los textos están inspirados en las imágenes del libro “Fotografías” de Fina Gómez.
5. 5
Oh Ariana hermana mía
El tejido que te aprisiona
defiende muy mal tu corazón.
Miras a tus pies
al héroe desconocido
soñando con signos
que ya han llegado.
19. 19
Cuando el niño aparece
pensativo y burlón
la cortina de hierro desaparece…
Nada es más fuerte que un niño
para detectar los falsos misterios de los mayores.
21. 21
Afrontar la arena, el viento
el cielo, el estancamiento
bella niña desafiando los
cuatro puntos negros de encantamiento
las nubes se vuelven
bellos niños pequeños.
23. 23
Si creéis que es invierno, os equivocáis
Si no veis mis brotes
mi verde tierno
es que vuestro corazón dormita
¡Y explota! Solo los que aman
y sufren por haber amado
sabrán
que soy el árbol de la primavera testaruda.
25. 25
Siempre hay en una playa
del mundo un niño soñador
que mira alejarse
un barco.
Pero ya sea en Francia
o en Venezuela
las redes están siempre allí.
29. 29
Insensible pájaro de piedra
palpitas sin embargo bajo tu camisa de muchacho
adónde sube la tortuga que recita versos
Desde el día en que te vi
sueño con robar tus perlas
Bella Desconocida.
31. 31
Azar de los reblandecimientos del bosque umbrío de aspecto húmedo
no soy de madera, ni de bruma, ni por azar
la gran iguana de los tiempos antiguos petrificada.
Reposo escondida a mil metros bajo tierras benignas, cargadas
de arroyos, de grama y de flores sombreadas, repletas y quietas.
Duermo con un ojo insensible bajo las dulces tierras de vuestras siestas
pero, heme aquí por un segundo al aire libre en el verdadero paisaje inscrito
tras mis párpados de piedra: olas de mármol, cielo de esquisto, flores
de yeso, heme aquí en mi complicación y mi desolación glaciales, al aire libre,
sobre tierras muy vastas o fijas, ante el gran océano muerto
En un segundo heme aquí, bestia de los sueños que os sacude en vuestra tumbona
¡Despertaos! ¡la tierra no es dulce! ¡la siesta ha acabado!
¡Qué profunda es vuestra soledad, querida Señora
Adormecida bajo los relajantes árboles!
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Felices, aquellos que portan una cruz erigida según las leyes del equilibrio.
La nuestra es blanda y torcida, y no está emplazada sobre una eminencia.
Ha sido fabricada con negligencia en la llanura
entre los guijarros, los desechos y la cruz de los que tienen el alma elevada
y el carácter turbio.
Es la peor de las cruces.