Textos fundamentales budistas que explican qué es la meditación, qué no es, cómo meditar, los diferentes tipos de meditación y las diferentes etapas que se van alcanzando. Con el estudio de estos textos, con la ayuda de un maestro y con mucha práctica sin duda podrá lograr entrenar su mente y hasta quizá el Samadhi y estudiando por otro lado la sabiduría y llevando un comportamiento ético podrá alcanzar hasta la Iluminación.
1. Teoría sobre la
Meditación
Explicaciones conceptuales del proceso de meditar
¿Qué es la meditación, qué no es la meditación, cómo meditar?
Recopilación
28 Febrero 2017
2. Así como el lado derecho del cerebro (el racional, el analítico) no puede entender el lado
izquierdo (las emociones). Pues como dijo Blas Pascal: “el corazón tiene razones que la razón no
entiende”. De la misma forma, no podemos comprender la meditación de una forma racional o
analítica, sino sólo haciéndola, practicándola. Ya que la experiencia meditativa es inexpresable
en palabras, en conceptos, en análisis. Pero el que te expliquen qué es, cómo hacerla, te
ayudará quizá a vencer tus primeras resistencias para que te sientes a meditar y vivas por ti
mismo la experiencia. Como dicen: no es lo mismo VER un partido de fútbol a través de tu
televisor que VIVIR el partido estando en el estadio. En el segundo caso, vives la experiencia, en
el primer caso sólo eres un espectador.
Advertencia
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3. Los textos están ordenados de menor o mayor complejidad.
Sin embargo los textos al final son los que te pueden dar
mayores bendiciones y ser los que van más profundo y
aclaran mejor todas las dudas. Así que si así lo desea puede
empezar a leerlos primero. Cuando algo no lo entienda o le
parezca demasiado profundo, siempre puede regresar a los
textos primeros, que son más simples y más fáciles de
entender, digerir y poner en práctica.
Guía de Lectura
3
4. ¿Meditar es no hacer nada?
¿Qué no es la meditación? Engaños o equívocos sobre la meditación
“Se vende un diablito”
La Alegría de la Meditación por Justin Stone
Meditación y Ciencia
Atención Unipuntual
Shamatha y Vipasana
Los Cinco Anillos (las 5 etapas en la meditación). Maestro Sheng Yen
Los antídotos para los “venenos” en el proceso de meditación
Las 11 etapas de la meditación Shamatha: el changuito, el elefante y el meditador
La perfección de la Concentración por el Geshe Rabten Rinpoché
La postura Vajra (Buda Vairochana): Los 7 puntos del cuerpo en la Meditación
El Anapanasati Sutta
El Sutra de Los Cuatro Fundamentos de la Atención (El Maha Satipathana Sutta)
Las Etapas de Meditación por Kamalashila
La Atención. Capítulo 2 del Dhammapada sobre la Meditación
Contenido
5. ¿Meditar es no hacer nada?… 6
¿Qué no es la meditación? Engaños o equívocos sobre la meditación…9
“Se vende un diablito”…15
La Alegría de la Meditación por Justin Stone… 20
Meditación y Ciencia…25
Atención Unipuntual… 30
Shamatha y Vipasana…37
Los Cinco Anillos (las 5 etapas en la meditación). Maestro Sheng Yen…41
Los antídotos para los “venenos” en el proceso de meditación…67
Las 11 etapas de la meditación Shamatha: el changuito, el elefante y el meditador… 71
La perfección de la Concentración por el Geshe Rabten Rinpoché…78
La postura Vajra (Buda Vairochana): Los 7 puntos del cuerpo en la Meditación…82
El Sutra de Los Cuatro Fundamentos de la Atención (El Maha Satipathana Sutta)…89
El Anapanasati Sutta…119
El Sutra de Los Cuatro Fundamentos de la Atención (El Maha Satipathana Sutta)…132
Las Etapas de Meditación por Kamalashila… 156
La Atención. Capítulo 2 del Dhammapada sobre la Meditación… 177
Glosario… 179
Páginas
7. Justo el otro día alguien me mandó una pequeña caricatura. Me encantó. Dos
hombres están de pie -tal vez son vecinos, amigos- uno le dice al otro: “Escuché
que tu hijo ha empezado a meditar”.
El otro dice: “Si ha empezado a meditar. Y creo que eso es mejor que estar
sentado sin hacer nada”.
Sin embargo: ¡Ese es el significado de meditación!. -sentarse y no hacer nada. Si
haces algo, no es meditación.
Alerta y pasivo. El Zen dice: Sentado en silencio, sin hacer nada, llega la
primavera y el césped crece por sí mismo. Nada tiene que ser hecho, porque una
vez que haces, estás ahí. Una vez que haces algo, has cambiado la realidad; ya
no es la misma. No hagas nada. Sólo observa. Sé pasivo pero alerta. Consciente,
sin hacer, sentado en silencio... de pronto la realidad está ahí. La mente cae.
Cuando no hay mente, entonces conoces lo que es real. La mente no te permitirá
conocer la realidad, porque la mente continúa creando sus propias alucinaciones.
(p. )
Esa es la diferencia entre una mente buda y una mente ordinaria. Una mente
ordinaria es un agente activo. No es como un espejo. No muestra lo que es; no,
penetra de forma activa. Lleva sus propias ideas a la realidad. Colorea la realidad,
le da forma. Le da una forma a la realidad que no está ahí, que ha sido traída por
la mente misma. ( p. 144)
¿Qué es la Meditación?
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Lo cuenta Osho en La Mente Quieta. Cómo nuestros pensamientos nos impiden ver y
experimentar la realidad
8. Al respecto
Thubten Chödron, en Corazón Abierto, Mente Lúcida, al hablar sobre los
koan que practican en la escuela Rinzai Zen cuenta la siguiente anécdota:
“Dos monjes discutían sobre una bandera. Uno decía: la bandera se mueve.
El otro replicaba: el viento se mueve. El Sexto Patriarca que pasaba junto a
ellos les dijo: “Ni el viento, ni la bandera. La mente se mueve”.
8
12. 12
Otro error es pensar que meditar es “no hacer nada”.
En realidad meditar requiere un trabajo, un esfuerzo, por eso
en la lengua Pali meditación se dice "Kammaṭṭhāna" que
literalmente significa ‘lugar de trabajo’ o ‘campo de acción’.
Kamma (en pali) o karma (en sánscrito) significa acción y
tthana significa lugar. Es decir: lugar de trabajo. Este término
se usa para designar al objeto de meditación, el lugar de
trabajo del meditador. Y ese lugar de trabajo es la propia
mente. Es decir en lugar de trabajar en cosas externas, como
lo vas haciendo cuando dibujas o cuando vas leyendo o
trabajas. Vas trabajando con cosas internas, dentro de tu
propia mente... pero por eso no te pagan... jajaja... pero luego
tienes una mente más afilada para poder hacer cualquier tipo
de trabajo, ya sea espiritual o mundano, por los que si te
pagan...
13. De acuerdo con el Theravada, la mente
nunca existe sin un objeto. Solamente
cuando dormimos aparentemente la mente
no tiene objeto. Pero aun en este estado la
mente tiene un objeto oscuro.
Según explica el venerable Bhiku Nandisena
13
14. En occidente se confunde el verbo “rezar” u “orar” con
“meditar” y sí, ciertamente el rezar implica bajar la frecuencia
mental de Beta a Alfa (ver el aparato de la Ciencia y la
Meditación), pero no necesariamente implica llegar a Theta.
Es decir se trata de una meditación leve, pero no
necesariamente una meditación profunda, para lo cual se
requiere otro tipo de entrenamiento y práctica.
14
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Se Vende un Diablito
Una persona fue al mercado y vio un diablito sobre una mesa.
- ¿Qué es eso? preguntó al vendedor.
- Lo que ve, un diablito.
- ¿Se vende?
- Si.
- ¿Cuánto cuesta?
- Un dólar.
- ¿Tan barato?
- Si, efectivamente.
- ¿Y para qué sirve?
- Para todo lo que quiera. Este diablito lo sabe hacer todo. Sabe planchar, sabe cocinar, sabe limpiar la casa, lavar el auto, pintar, coser...
todo lo que se le ocurra.
- ¿En serio? ¿Y por qué vale tan barato?
- Porque tiene un problema. El diablito no se puede quedar sin hacer nada, sin tener un trabajo que hacer, porque se pone a hacer
diabluras.
- ¿Qué tipo de diabluras?
- Cualquier cosa que se le pueda ocurrir.
- Pues yo tengo demasiado trabajo en qué mantenerlo ocupado, así que me lo llevo- Dijo el comprador y sacó un billete de un dólar de
su cartera y se lo intercambió al vendedor por el diablito.
Llegó a su casa y le ordenó al diablito que sacara la basura, lo cual hizo rápidamente. Luego le ordenó que limpiara toda la casa, lo cual
hizo rápidamente. Luego le ordenó que hiciera las camas, las cuales tendió rápidamente. Luego le ordenó que lavara la ropa, lo cual hizo
rápidamente. Luego le ordenó que preparara la comida, lo cual hizo rápidamente, y así hasta que ya no había más trabajo casero que
hacer.
Esto no es problema, pensó el comprador del diablito y le ordenó que pintara toda la casa, lo cual al diablito le llevó varias semanas.
Pero al terminar, ya le tenía otro trabajito: que cambiara todas las plantas del jardín, lo cual le llevó dos semanas. Y al terminar ya le
tenía otro trabajito, que compusiera toda la herrería de puertas y ventanas.
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Se Vende
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Pero el diablito era muy eficiente y servicial, hacía todo sin chistar, sin reclamar, sin quejarse y además, ultrarápido. En realidad era el
mejor sirviente que hubiera pensado tener en la vida... Pero llegó un día en que ya no había nada más que hacer en la casa.
- Eso no es problema, se dijo a sí mismo el comprador del diablito. Y se lo llevó a su oficina donde tenía muchísimo trabajo rezagado y
retrasado de muchos años atrás, con lo cual lo mantuvo entretenido varios meses. Cuando no había trabajo en la casa, se lo llevaba a la
oficina. Eso le permitió empezar a ser más eficiente, quedar mejor con sus clientes y ganar mucho dinero. No se podía quejar de nada.
tenía una casa impecable y ahora si todo su trabajo marchaba muy bien y próspero.
Entonces decidió que era el tiempo de darse unas merecidas vacaciones. Había trabajado muchísimo ... bueno, en realidad, quien hacía
todo el trabajo era el diablito, pero él tenía que estarlo vigilando y supervisando todo el tiempo, así que también ya estaba un poco
cansado y harto del diablito que a cada rato llegaba y decía: “ya terminé”, “ahora, qué hago”, “ya está listo”, “ya no tengo nada que
hacer”... También quería vacaciones de ese pinche diablito... Pero se acordó lo que le había advertido el vendedor, de que el diablito no
podía quedarse sin hacer nada. Así que decidió contratar a una sirvienta para que se encargara de darle órdenes y trabajo al diablito
mientras el se iba a gozar de sus merecidas vacaciones dos meses a la playa.
Le advirtió claramente a la sirvienta que el diablito no podía quedarse sin hacer nada y que lo mantuviera trabajando todo el tiempo, en
cualquier cosa, lo que se le ocurriera y tomó su maleta y se marchó muy feliz y contento.
Cuando regresó a los dos meses se encontró que su casa estaba quemada, que el diablito había matado a la sirvienta y al hijo de su
vecino y que había violado a casi todas las mujeres de la cuadra, además había asaltado al banco y había acuchillado al tendero de la
esquina. El diablito era buscado por la policía y también al dueño del diablito, al que consideraban el autor intelectual de todos esos
crímenes y desgracias.
¡Qué horror! se dijo, claramente le pedí a la sirvienta que lo mantuviera todo el tiempo ocupado. Pero ella, luego de que el diablito había
lavado los trastes, planchado, aspirado la casa, limpiado el jardín, pensó que como todo mundo se merecía un descanso y le dijo que
como ella, se sentara a ver la televisión, con lo cual desató todas las diabluras...
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Vendido
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¿Entendiste quién es el diablito?
¿Entendiste el cuento?
¿Ya te diste cuenta quién es el diablito?…
El diablito es tu mente, la cual si no la mantienes ocupada, con mucho trabajo, entonces se pone a
hacer diabluras.
Eso explica porqué el mundo está tan ocupado, tan distraído, tan activo, porque de lo contrario se
pondría a hacer diabluras. ¿Has oído la frase “la ociosidad es la madre de todos los vicios”? Pues bien
la ociosidad de tu mente es peligrosa y se pone a hacer diabluras. Por eso lo mejor es mantener a tu
mente ocupada. Tu eres ese diablito. Especialmente cuando te enojas, cuando te perturba una emoción,
cuando tienes ira, coraje, rencor, miedo, lujuria, deseo sensual, hambre, calor o lo que sea.
La otra manera de controlar al diablito es aprender a meditar, para que aprendas a controlar a tu mente,
a sosegarla y a convertirla en tu verdadero sirviente, entonces ya no tendrás que darle trabajitos
mundanos para evitar que haga diabluras y se podrá echar a dormir incluso a tu lado.
Espero que con este cuentito ahora sí hayas aprendido qué es la meditación.
geovanigonzalez.blogspot.com
20. La Naturaleza de la Mente
Basado en La Alegría de la Meditación
de Justin Stone y él en el Lankvatara
Sutra
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21. 21
Capítulo 8.
¿Cómo y por qué funciona la meditación?
La Alegría de la Meditación. Justin Stone. Ed. Selector
Título original. The joy of meditation. 2002. Square One Publishers. NY.
Generalmente se acepta el hecho de que la meditación es muy benéfica. Sabemos que el reino de los cielos está
circunscrito en ella, y que la forma de entrar a él es a traves de la meditación. Incluso se dice que es posible
rehacernos a nosotros mismos, literalmente a través de la meditación. Pero, ¿cómo podemos lograrlo?
A fin de responder a estas preguntas, es necesario elaborar un capítulo ciertamente complicado y bastante técnico,
cuya lectura no es indispensable para obtener el beneficio de las instrucciones sobre la práctica de la meditación ya
mencionadas. Está dirigido a quienes desean comprender realmente qué es la meditación, y sin duda, la explicación
será por sí misma provechosa.
En primer lugrar, debe conocerse el significado de las palabras en sánscrito vasana (se pronuncia vashana) y
samskara. Vasana significa hábito-energía, o aquello que se ha vuelto habitual. Samskara literalmente significa
perfume, y se refiere a la tendencia o potencialidad que perdura al morir el hábito-energía, de la misma manera en que
el débil aroma del perfume permanece una vez que la persona que lo usa se ha ido.
Según la filosofía india, para cada emisión de energía se produce un sonido (o vibración) que deja una onda en el
cerebro. Es por ello que la memoria es posible, hasta que la onda es tan débil que no puede ser activada. Conviene
notar que mencioné “emisión de energía” y no “acción”. Alguna vez, Buda captó el pensamiento de un discípulo que
intentaba matar a un insecto que lo estaba molestando, y luego se detuvo porque se dio cuenta de que no estaba bien
que tratara de destruir una vida. Buda mentalmente le dijo que la acción había tenido lugar y que el daño ya estaba
hecho. En ese sentido, las primeras palabras del Dhammapada de Buda son: “Todo lo que eres, todo lo que has sido y
todo lo que serás es el resultado de lo que hayas pensado”. No de lo que se haya hecho, sino de lo que se haya
pensado.
De modo que el pensamiento provoca una emisión de energía, o un pensamiento vívido y apasionado seguido de una
acción, que causa la aparición de una onda definida. La repetición continua del mismo pensamiento introduce un
mismo patrón de energía y muy pronto, el individuo empieza a seguir un camino bien definido.
Por ejemplo, un hombre se siente desanimado y decide embriagarse para olvidar su sufrimiento. La siguiente vez que
se siente desalentado o infeliz, vuelve a beber como respuesta a dicha situación. En poco tiempo, habrá desarrollado
un vasana de embriaguez bien definido, como el camino más fácil que puede llegar a convertirse en un acto reflejo.
Los sabios aseguran que patrones como éste son extremadamente difíciles de revertir, y que el hábito-energía puede
incluso persistir a través de muchas vidas.
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O bien, digamos que un niño que camina a casa de la escuela toma un atajo a través de un lote vacío cubierto de
maleza y pasto crecido. Al tomar el mismo atajo todos los días gradualmente trazará una vereda a través de la densa
maleza, y al cabo de un tiempo, será posible andar sobre el camino marcado. De manera similar, los seres tienden a
seguir la vereda marcada de los vasanas y, en el caso de los ancianos, sus acciones se tornan casi reflejas con el
simple hecho de seguir estos patrones de hábitos definidos.
Por ello, el aprendizaje de un idioma puede resultar tan difícil; es preciso grabar nuevas ondas en el cerebro, lo que
puede resultar tortuoso. Y en caso de no estar determinado a hacerlo, es probable que caigamos en formas de habla
que nos son familiares.
El Lankvatara Sutra habla sobre la bodega en que se guardan estos vasanas, el alaya-vijnana, o receptáculo de la
conciencia, en donde alaya es el receptáculo, al igual que en Himalaya, o receptáculo de nieve, y vijnana hace
referencia a la conciencia. No significa que ambos sean nuestros vasanas; en realidad, somos producto de ellos. Esta
es la razón de la reencarnación, la trasmigración, etc. ¿Qué es lo que se transfiere de un cuerpo a otro, una vida tras
otra, según las enseñanzas de los hombres sabios de oriente? La ciencia nos ha demostrado que cada acción tiene
una reacción; de modo similar, la emisión de energía debe producir un resultado. Así que el hábito-energía, o vasana,
continúa una y otra vez hasta producir un efecto. El verdadero yogui, u hombre espiritual, debe volver atrás y borrar los
vasanas, ubicados en la naturaleza de la causa, el pensamiento resultado del pensamiento. Al eliminar la causa no
habrá ningún efecto; al destruir o borrar el vasana, la acción habitual habrá desaparecido. Esto constituye la verdadera
yoga.
El vasana puede ser borrado de distintas maneras. Una de ellas es construir un vasana todavía más fuerte para
enfrentarlo, concentrándose en el opuesto directo del primero. Dado que somos habitualmente impacientes, debemos
luchar valientemente con nuestros pensamientos y acciones cargados de extrema paciencia. Para superar una
tendencia “mala” o destructiva, debemos elaborar hábitos constructivos o “buenos”. Un fumador crónico debe
hipnotizarse a sí mismo, creando nuevos vasanas, con un concepto para dejar de fumar. Debe grabar en su mente las
consecuencias negativas del tabaco y construir una antipatía, una forma de hábito-energía, para contrarrestar nuestro
patrón de hábito original.
Y funciona. El vasana más poderoso acabará dominando al otro. No obstante, esto no es suficiente para el verdadero
buscador, quien aún está en cautiverio. Ahora está confinado al vasana “bueno” en lugar del vasana “malo”.
La meditación constituye un mejor camino. Cuando la mente está limpia de pensamientos, cuando experimentamos la
conciencia pura, descansamos sólo en nosotros mismos sin la sombra de los juicios, deseos, etc. para construir
nuevos hábitos-energías. De manera similar, en un estado de conciencia sin elección, en que no ocurre clasificación
alguna, no hay reacciones que se experimenten en forma de deseos. La mente yace en su inmaculada pureza.
Solamente brilla el poder del ser, la fuente de nuestro pensamiento. Dicha experiencia es muy parecida a la recarga de
baterías, sin disipación alguna de la nueva energía.
23. 23
Debemos compender que para alcanzar esta pureza de estado del sistema nervioso (mente), debemos utilizar una
técnica, la construcción de vasanas. Nos encontramos como el hombre que frota dos ramas para producir fuego.
Cuando el fuego se aviva, consume incluso los dos pedazos de madera. De igual forma, al construir un enorme vasana
mediante la repetición continua de un mantra o bien, de la concentración sobre un koan, la mente se fija en un punto
único. Las demás facetas se debilitan en el fondo. La experiencia en la concentración en un punto único, en un enorme
vasana, demuestra que la mente fácilmente pierde el punto único, o mu shin, cuando el vasana ha trascendido de la
misma manera en que el fuego consume los pedazos de madera que inicialmente lo precipitaron.
Hay una historia muy conocida de un gran yogui indio que andaba de pueblo en pueblo. Era su costumbre repetir
constantemente el mantra RAM, su nombre para la divinidad. Un día, recargado contra el muro de un templo,
descansando y cantando RAM sin cesar, fue reprendido por el sacerdote del templo, quien se escandalizó al
escucharlo utilizar el nombre sagrado de tal forma. Aceptando el regaño, el hombre dejó de producir el sonido por su
boca, pero inmediatamente todas las células de su cuerpo gritaron RAM, RAM. Sorprendido, el sacerdote hizo una
reverencia frente a él y aseguró que tales restricciones no estaban destinadas a un hombre como él, un verdadero
yogui.
¿Acaso existe un mejor ejemplo para elaborar un poderoso y constructivo -vasana- para contrarrestar a los más
pequeños que vivimos en nuestras vidas? A través de la meditación y el Japa, RAM se convirtió en la fibra de su ser,
tal y como sucedió con otros hombres sagrados, como Kabir y Ramdas.
Supongamos que logramos borrar el vasana a través de un largo y concentrado esfuerzo, reduciéndolo a la nada. El
ebrio se inscribe en Alcohólicos Anónimos y durante muchos años no toma ninguna copa. El hábito-energía
desaparece.
La tendencia, sin embargo, permanece dormida y aún está viva. Existe el potencial de que el hábito reviva bajo
condiciones que le sean favorables. Este es el perfume que prevalece, el samskara. Hasta que la tendencia latente
haya muerto, y no se encuentre dormida, la semilla del karma está ahí y representa el potencial retorno del
desvanecido vasana. Sólo cuando estas semillas son quemadas y devastadas para que no puedan echar retoños
nuevamente bajo ninguna condición, podemos decir que el hombre es libre. Entonces, y sólo entonces, hay una
completa iluminación. No habrá nunca más nuevos frutos del karma; solamente permanecen los frutos del pasado que
deberán representarse en lo que unos llaman destino.
Tal hombre, habiendo debilitado los vasanas y habiendo quemado las semillas del karma, o samskaras, es poco
menos que un dios. Tal hombre ha escapado del síndrome del placer-dolor en que vivimos la mayoría de nosotros,
producto de nuestros vasanas. No hay más acción y reacción rotando incansablemente. Es completamente libre.
24. 24
La práctica de la meditación y la compensación de los vasanas destructivos por sus opuestos, a través de
afirmaciones, es ciertamente favorable para todos nosotros. Qué tan lejos lleguemos en estas prácticas depende de lo
que estemos dispuestos a sacrificar. Al ingerir drogas o consumir alcohol y meditar al mismo tiempo, establecemos dos
fuerzas opuestas: desordenar el sistema nervioso y luego luchar para purificarlo no tiene mucho sentido. Es ridículo
que quienes se drogan, coman alimentos saludables y además, mediten. Es como tratar de manejar un vehículo en
dos direcciones a la vez.
Es común que la gente de mediana edad se muestre renuente a dejar de fumar, tomar y comer, así como dejar sus
hábitos sexuales, preservando así los vasanas que los atan, y sin embargo luchan por eliminarlos meditando. En este
caso, las afirmaciones y el deseo de debilitar el yugo de los hábitos-energías son necesarios para obtener los máximos
beneficios de la práctica espirirual. Muy pocos buscan realmente la verdad; la mayoría desea la reafirmación del status,
o la continuación dentro de patrones de hábitos confortables, en tanto pretende seguir a la vez un camino espiritual.
Aún así, la meditación será efectiva hasta cierto grado. Pero si estamos dispuestos a prohibir el egoísmo y renunciar a
lo que nos brinda confort, entonces la verdadera meditación nos conducirá por el largo camino hacia la verdadera
alegría. No existe ningún santo triste o melancólico. La santidad en sí misma implica más que moralidad; es la
existencia del ser lleno de felicidad.
De lo anterior, el lector podrá juzgar por sí mismo que tan efectiva es la meditación. Muchos sabios han asegurado que
la meditación es nuestro estado verdadero. Qué tanto desee cambiar su vida para inducir el proceso de la meditación,
que a su vez producirá cambios en su persona, es una cuestión que nadie sino usted debe decidir. Vale la pena pensar
en ello.
Japa.- Repetición oral o mental de un mantra.
Mantra.- Sonido o frase sacra utilizada en la meditación.
Karma.- Acción en sánscrito. Es el efecto en las vidas futuras de las acciones de una persona en ésta y otras vidas.
Koan.- Un caso o problema difícil de entender y resolver, dado a los monjes Zen y a los estudiantes a manera de
meditación en el Rinzai Zen. Literalmente significa “caso pasado”.
26. Así como la ciencia tiene sus laboratorios. El laboratorio del meditador es su propia mente, a
la cual tiene que aplicar el método científico:
1. Hacer una observación crítica,
2. Plantear hipótesis,
3. Experimentar, investigar,
4. Encontrar los principios, las leyes, las relaciones causa-efecto, las explicaciones, las
teorías,
5. Comprobar.
6. Plantear un enunciado o una verdad,
7. Verificación por terceros
El problema es que cada científico de la mente tendría que probarlo con su propia mente, es
decir: convertirse en un meditador experimentado, avanzado, para que pueda verificarlo por
si mismo.
Por lo pronto, la ciencia ha encontrado la velocidad de las ondas de los distintos procesos
mentales. Hay cuatro ondas: Beta, Alfa, Theta y Delta. Generalmente estamos en Beta en el
día y en Delta en la noche, cuando dormimos. Entramos a Alfa cuando observamos nuestros
pensamientos o nuestra respiración, cuando entramos a un proceso introspectivo. El objetivo
de la meditación es llegar a Theta, pero cuando no tenemos práctica o no vamos a poder
calmar nuestros pensamientos (es decir salir de Beta) o cuando intentamos calmar un poco la
mente vamos a saltar de Alfa hasta Delta, es decir a quedarnos dormidos. Visto
científicamente toda la meditación sería pasar por Alfa, para llegar a Theta, que es el justo
medio y morar ahí.
26
28. Onda Ciclos por
segundo
Actividades Arquetipos Meditación
Beta 13 o más Leer, conversar o dirigir la atención hacia personas,
cosas o problemas
No
Alfa 8 a 12
(más lentas o de
una frecuencia
más baja)
Un cerebro reposado pacíficamente, cuyas
atenciones están dirigidas internamente sobre él
mismo, en mirar u observar sus propios
pensamientos o en contemplación de su contenido
espiritual interior
Si (ligera)
Theta 4 a 7 Un cerebro en un estado incluso mucho más
profundo de descanso, un estado en el cual los
mandalas y lo extraordinario, las imágenes
pequeñas (imágenes hypnogogic o hypnopompic)
pestañean en él con claridad peculiar
Los arquetipos
pueden ser
encontrados
directamente en su
forma simbólica
Si (profunda)
Delta 0 a 4 Un cerebro durmiendo No
Clasificando la actividad eléctrica del cerebro por la frecuencia de las ondas cerebrales
Elaboración propia en base en:
El Séptimo Mundo del Budismo Chan
Por la Rev. Ming Zhen Shakya, OHY (Anteriormente llamada Chuan Yuan Shakya). 28
Las Ondas Mentales
29. 29
Beta
12 a 22 CxS
Alfa
4 a 7 CxS
Theta
0.1 a 4 CxS
Delta
8 a 12 CxS
Leer
Conversar
Atender personas,
cosas o problemas
Observar sus propios
pensamientos o su
respiración (atención
unipuntual)
Meditación
profunda
Sueño
Meditación
Las Ondas Mentales
Frecuencia en ciclos por segundo (CxS) o hertz
31. 31
Introducción
Nuestra mente es como un changuito, muy curiosa, muy despierta, el
cual quiere y busca todo el tiempo la variedad, lo nuevo, la diversión. Es
un changuito que no se puede estar quieto ni un segundo. Salta de aquí
para allá todo el tiempo.
Meditar u obtener control mental, significa ordenarle al changuito que se
quede quieto por un determinado tiempo en un objeto cualquiera: una
vela, una imagen, un punto en la pared, nuestra respiración, un mantra o
una oración, etcétera. Esto es lo que se llama “atención o concentración
unipuntual”
Al principio al changuito le parecerá un nuevo juego. Sin embargo, a los
5 segundos le parecerá la cosa más aburrida del planeta y el changuito se
escapará. Antes de que nos demos cuenta el changuito ya estará pensando
en lo que vamos a hacer mañana o en lo que hicimos hoy, o en lo que nos
dijo una amiga o en alguna otra preocupación o emoción.
La primera vez que yo me senté a meditar antes de un minuto ya había
saltado como resorte y estaba nuevamente de pie porque mi mente me
decía que tenía cosas más importantes que hacer.
Concentración Unipuntual
Shamata
32. 32
Cuando nos damos cuenta de que el changuito se escapó, vamos por él y lo traemos de vuelta al
objeto de la meditación (la respiración, la imagen, etc.). El changuito se estará ahí por 10
segundos y antes de que nos volvamos a dar cuenta ya se habrá escapado. Quince minutos
después nos damos cuenta y lo volvemos a traer al objeto… y así hasta el infinito… o hasta que
logremos controlarlo.
Cuando empezamos a meditar la mayor parte del tiempo el changuito se habrá escapado y
permanecerá muy poco en el objeto de meditación. De hecho sólo estaremos meditando en el
momento que nos demos cuenta que el changuito se escapó y lo traigamos de vuelta.
No importa cuanto tiempo permanezcamos meditando, ni si el changuito se escapa mucho y si
permanece fuera de control la mayor parte del tiempo, lo importante, en esta fase, es que nos
demos cuenta que el changuito se escapó y lo traigamos de vuelta. Hacer esto una y otra vez ya
tiene su mérito. Empezamos a ejercitar nuestra mente. Esto es lo que algunos llaman
recolección, que es volver la mente al objeto de meditación.
El problema cuando empezamos a obtener cierto control o dominio, es que entonces empieza a
surgir la pereza, el sueño, el aburrimiento, la duda, el escepticismo. “¿Para qué estoy haciendo
esto?”, “tengo cosas más importantes que hacer”, “esto no sirve para nada”. Si usamos nuestra
disciplina, carácter y coraje y persistimos en el intento, podremos empezar a obtener algunos
frutos. Sin embargo, cuando pensemos que ya hemos ganado la batalla, entonces el amigable
changuito se convertirá en el más furioso gorila que empezará a dar patadas y gritos.
33. 33
Se trata del gorila de nuestra mente vulgar y ordinaria que gritará: “yo siempre te he controlado
a ti, no permitiré que ahora pretendas controlarme. Yo mando y tu obedeces”. Ahí empezará la
verdadera “guerra”, por eso en algunas tradiciones a los meditadores les llaman “guerreros
espirituales”. Nos empezaremos a sentir cansados, con sueño, con dolores en todo el cuerpo y
surgirán mil pretextos para no meditar, siempre tendremos mil ocupaciones en que
distraernos… Estaremos entonces perdiendo la “guerra”. Es muy difícil sin un maestro y sin
compañeros que nos alienten en el camino continuar, lo más fácil será desistir, abandonar,
derrotarnos… ¡total, hasta ahora no hemos necesitado la meditación o el control mental en
nuestra vida, ¿para qué hacerlo ahora?! Si pensamos así habremos perdido la “guerra”. Si
persistimos, entonces lograremos controlar nuestra mente, domarla, que se vuelva nuestro
sirviente y una mente atenta, fresca, nueva, poderosa, concentrada surgirá y con ella podremos
lograr cualquier cosa que nos propongamos. Una mente así nos abrirá la puerta del despertar,
de la liberación y de la iluminación. Una mente así nos permitirá purificar nuestro karma
negativo acumulado en el pasado, pero también nos permitirá alcanzar la sabiduría y sobre todo
lograr la compasión y el amor, no sólo para que nuestra vida sea útil y cobre sentido para
nosotros mismos, sino para que alcancemos la trascendencia y seamos de beneficio para todos
los seres sintientes.
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Una mente controlada no tiene limites, puede lograr cualquier cosa que desee o se proponga.
Una mente así nos enseñará a pensar, a esperar y a ayunar. Es decir, podremos resolver
cualquier problema que se nos presente en la vida, tendremos la paciencia para lograrlo y
podremos ayunar de cualquier cosa, lo que nos permitirá alcanzar la libertad. ¿Quiere una
mente así? Empiece a meditar. Aquí se le dice cómo. No es fácil, es una verdadera guerra. No
hay nada más difícil que pueda haber en este mundo. Sin embargo, será su mayor fruto, será lo
que le dará mayor placer y felicidad. No hay nada que pueda lograr en esta vida que sea más
importante y que le de más que el control mental, ni joyas, casas, amigos, vicios, diversiones.
Pruebelo y usted mismo lo comprobará.
PensarEsperarAyunar
El que no sabe ayunar no sabrá esperar y el que no sabe esperar no
sabrá pensar.
Sentarte a meditar es ayunar un momento de tus ocupaciones diarias,
de tus problemas y preocupaciones y de tus proyectos y agendas.
El ayuno es lo que se conoce como la renuncia y sin renuncia no hay
viaje espiritual.
35. 53
Concentración Unipuntual
-No es poner la mente en blanco, no es evadirse
-No es divagar
- Objetivo: Es controlar la mente. Es fijarla en un objeto y mantenerla ahí (el objeto
puede ser un punto, nuestra respiración, una imagen búdica, un manta, etc).
-Al principio vamos a perder el objeto de la meditación. No importa. Lo importante es
regresar a él.
Perdemos el objeto
Retenemos el objeto
Tiempo
Divagamos
Concentración:
ya no perdemos el objeto
de meditación
Sólo estamos meditando cuando regresamos al objeto, cuando nos damos cuenta de que “nos fuímos”
Advertencia: Si no somos capaces de controlar a nuestra mente, entonces
no podremos hacer retrocogniciones (un análisis profundo), ya que nuestra
mente nos dominará a nosotros, en lugar de nosotros a ella.
Al principio vamos a perder el objeto muy seguido. La mayor parte del tiempo no estaremos meditando. Sólo
estaremos meditando cuando regresemos al objeto. Con el tiempo cada vez tendremos menos fugas y regresaremos
y permaneceremos en el objeto más tiempo, hasta que finalmente podamos quedarnos en el permanentemente,
aunque esto requiere años de práctica.
Fuga
Retención
35
Representación imaginada de lo que es la meditación
36. Cuando empezamos a meditar la mayor parte del tiempo no
estaremos meditando: nuestra mente se fuga, se va, se
dispersa, se distrae…. Curiosamente el único momento en
que estaremos meditando es cuando nos demos cuenta que
no estamos meditando, que nuestra mente se fugó. En ese
preciso momento, en ese instante, tenemos un momento de
atención y podemos recolectar nuestra mente nuevamente en
el proceso meditativo.
Al principio van a ser más los momentos de no-meditación
que los momentos de sí-meditación, pero con la práctica
vamos a ir aumentando los segundos y disminuyendo los
primeros. Hasta que llegue el día en que podamos estar todo
el tiempo en meditación, ya sea en el cojín de meditación o
incluso en todas las actividades diarias.
36
38. Todos los tipos de meditación se pueden agrupar en dos: Shamatha y
Vipasana.
Shamatha es meditación de tranquilidad, de atención unipuntual, de
pacificación de la mente, de calma mental, etc.
Vipasana es una meditación analítica, de retrocognición.
El Buda no inventó Shamatha, esta meditación ya existía en la India donde
había grandes contemplativos. El aprendió Shamatha de dos grandes
maestros.
La meditación que aportó el Buda fue Vipasana. Esa no existía y no existe en
muchas tradiciones espirituales. Esta la aportó el budismo.
La teoría dice que primero tendríamos que desarrollar Shamatha antes de
poder hacer Vipasana. Sin embargo, para los occidentales que vivimos en
urbes, con mentes tan ocupadas y dispersas, con tantos distractores es casi
imposible obtener el Shamatha. Por lo que tenemos que hacer un “truco” o
seguir un “atajo”: tenemos que desarrollar algo de Vipasana y luego regresar
al Shamatha. Un paso en una y otro en otra. Lograr algo en Vipasana y luego
consolidarlo en Shamatha. Ya que si esperamos lograr Shamatha antes de
hacer Vipashana nos alcanzará la muerte sin haber logrado un avance en
ninguna de las dos.
38
39. La siguiente tabla de Alan Wallace nos dice los pasos que se
tendrían que conseguir en la meditación Shamatha. Para
cualquiera que lo haya intentado verá lo difícil que es pasar
por cada uno de esos 9 niveles. Es por eso que debemos
combinar Shamatha con Vipasana.
39
40. 40
Fuente Mente y Descripción de la Mente: Ornamento de la clara realización de Maitreya.
Tomado de Una introducción a la Meditación Mahamudra de la Ven. Khenchen Thrangu Rinpoche
Fuente otras columnas: Allan Wallace.
41. Los Cinco Anillos
Las cinco etapas en la meditación
por el maestro Sheng Yen (Shih-fu)
Maestro Sheng Yen
Shi-Fu
(1930-2009)
41
42. 1. Suelta los problemas,
las preocupaciones y los proyectos
5. Suelta el
mundo
4. Suelta el yo
Los 5 Anillos
¿Cómo saber en qué etapa de la meditación estás?
3. Suelta
el método
2.
Suelta los pensamientos
43. 43
Yo
Mundo
Problemas, Preocupaciones, Proyectos
Pensamientos
Método
Los Cinco Anillos
Invertimos los anillos 4 y 5, es decir pusimos primero soltar al mundo y luego al yo, ya que muchos maestros
dicen que la última batalla es la de deconstruir el yo. LA razón por la cual el maestro Sheng Yen pone el mundo
al final es porque en ese momento nos olvidamos de todo lo externo y la mente entra en Samadhi.
En la zona gris del centro habrían otros cuatro anillos o Dhyanas, que son los estados profundos de
concentración o contemplación, de los cuales no vamos a hablar en esta presentación. ¿Si no podemos lograr la
primera etapa, dar el primer paso, qué caso tiene hablar de la segunda etapa o del segundo paso?
44. 44
Yo
Mundo
Problemas, Preocupaciones, Proyectos
Pensamientos
Método
Los Cinco Anillos
Sueltas problemas,
preocupaciones y proyectos
Te sientas a meditar
Te agarras de un solo
pensamiento: preciada
vida humana,
impermanencia, karma,
sufrimiento, compasión,
etc.
Sueltas Te agarras de
Sueltas pensamientos Te agarras del método
Sueltas el método
Te agarras de la atención
“Sin meditar”, “sin signo”
simplemente observas todo
lo que se presenta
Sueltas las sensaciones, las
formas
Te agarras de la impermanencia
Te agarras de la luz clara de tu
mente
Sueltas el yo
¿De qué te sueltas y de qué te agarras en cada anillo?
1
2
3
4
5
45. Podemos reducir todo el budismo a una sola palabra: “soltar”.
¿Qué sueltas? Tus problemas, preocupaciones y proyectos.
Aunque sea por un momento, por los 5, 10, 15 o 24 minutos
en que vas a meditar. Estos no deben entrar a tu “lugar
sagrado”, a tu espacio de meditación, a tu safu y tu safutón.
Los dejas afuera.
¿Cómo sueltas tus problemas, tus preocupaciones y tus
proyectos (“las tres p´s”)?. Te agarras de un pensamiento. Así
como no puedes estar en medio del oceáno sin nada a lo que
agarrarte (una llanta, un salvavidas, una tabla, un brazo, un
barco, etc.), tampoco puedes estar parado en un tren sin
nada a lo que agarrarte (un tubo, una asidera, etc.). Igual tu
mente se tiene que agarrar de algo siempre, hasta que
aprendas a soltarlo todo.
45
46. ¿Cómo sueltas tus pensamientos?. Te agarras de uno sólo de
ellos. Por ejemplo vas a pensar sólo en la impermanencia o en
la preciada vida humana, o en el karma o en el sufrimiento o
en la compasión. Así como a un perro muy inquieto que
muerde tus zapatos, los muebles, etc, le das un solo huesito
para que lo esté royendo. Así a la mente de mono no le gusta
estar sin hacer nada, le tienes que dar un trabajo, para que
esté entretenida con algo, para que no se convierta en un
diablito (ver el cuento al principio de la presentación).
Luego para soltar los pensamientos te agarras del método,
esto es aplicar los antídotos (ver más adelante).
Un antídoto que a mí me funcionó es lo que yo llamo el
“método del elevador”. Este consiste en que cuando inhalas
llevas tu atención a la frente y cuando exhalas bajas tu
atención a cuatro dedos por debajo de tu ombligo. Vuelves a
inhalar y subes tu atención, exhalas y bajas tu atención y así
estás evitando pensar. El problema es que esto requiere
46
47. aplicar mucho esfuerzo y eso puede agitar a la mente, así que
el reto es poder soltar el “elevador” sin que se te disperse la
mente. Si lo logras, ¡habrás logrado soltar el tercer anillo”…
Luego vendrá el proceso más difícil de todos: soltar al “yo” y
soltar al mundo. Esto requiere otras enseñanzas sobre la
sabiduría o prajna o sobre la vacuidad o el vacío que aquí no
se incluyen y para lo cual requieres recurrir a otros sutra o a
un maestro… Por lo pronto lee las explicaciones que te da el
propio maestro Sheng Yen sobre los cinco anillos o las cinco
etapas de la vacuidad, como el las llama. Pero antes te voy a
dar un truco en la siguiente lámina:
47
48. Así que en este proceso, de ir pasando de un anillo a otro, vas
a soltar una cosa para agarrarte de otra. En el primer anillo
sueltas tus problemas y te agarras de los pensamientos. En el
segundo anillo sueltas los pensamientos y te agarras del
método. En el tercer anillo sueltas el método y te agarras del
“yo”. En el cuarto anillo sueltas el “yo” y te agarras del
“mundo”. En el quinto anillo sueltas el mundo y te agarras ¿de
qué?… Bueno, esto requiere otro nivel de enseñanza que
trasciende esta presentación y que te la puede dar un gran
maestro, para que te explique cómo alcanzar los Cuatro
Dhyanas, que serían las enseñanzas superiores o puedes
intentar tu mismo lograrlas a partir de la última lectura, del
Maha Satipathana Sutta o el Sutra de Los Cuatro
Fundamentos de la Atención.
48
49. Etapas de la vacuidad en la meditación
Conferencia impartida por Shih-fu (el maestro Sheng Yen) el 28 de mayo de 1980.
(Nota del editor: Con excepción de las dos primeras oraciones, la expresión “Vacuidad” o Vacío utilizada en este artículo no
corresponde exactamente al término técnico budista normal “Sunyata.” Sunyata, la meta de la práctica budista, corresponde
a la realización del “no-yo,” que podría ser el paso siguiente más allá de los cinco niveles de la vacuidad descrita en esta
conferencia. La palabra “Vacuidad” o “Vacío” empleada aquí tiene más que el significado de desechar, aplazar, y olvidar.)
La vacuidad empieza desde la existencia. La razón por la que es difícil para tantas personas entrar en la práctica, radica en
que no pueden encontrar el camino que lleva de la existencia a la vacuidad.
Ahora, cuando entramos por primera vez en el centro de retiro, les pedí envolver todos sus pensamientos regulares y
costumbres – todo lo que se relacionara con el mundo externo – en un paquete y dejarlo fuera de la puerta. Esto equivale a
“vaciar” nuestras preocupaciones regulares. Ahora voy a hablar de un nivel más profundo de la vacuidad, o vacío. En el
primer día mencioné que este centro era un ambiente muy bullicioso para la práctica (automóviles, radios, niños, etc.) y
pregunté si los ruidos de afuera podrían molestarles.
La mayoría de las personas dijeron que “no.” Después en el retiro, una estudiante dijo que no podía dejar de pensar en ellos.
Por ejemplo, si pedía a todos que se relajaran, ella sólo se sentaba allí con la frase dando vueltas en su cabeza “relaja,
relaja, relaja.” Si yo les pedía que fueran un cadáver, ella pensaba “soy un cadáver, soy un cadáver, etc.” Ella dijo “Puedo
deshacerme de todas las demás cosas, pero no puedo eliminar lo que Shih-fu enseñó.” Así que le dije “también debes
deshacerte de eso” Lo que yo he dicho está en el pasado y no tienes que seguir pensando en ello. De igual forma, les pedí
hacer una reverencia a su cojín antes de sentarse y prometer que se sentarían muy bien. Pero después de sentarse deberían
olvidarse de todo eso. Otro estudiante descubrió que mientras estaba sentado, aún seguía deseando o esperando meditar
bien. Entonces, el segundo nivel implica vaciar nuestras mentes de cualquier cosa que surja en ellas durante el retiro, así
como del ambiente externo.
Si quieres progresar hacia una etapa más allá del vaciar, lo siguiente que es difícil de dejar a un lado u olvidar, es el método
mismo. ¿A qué me refiero con esto? Es como ponerse un par de gafas. Lo normal es olvidarte de que las estás usando y
simplemente mirar a través de ellas. Si siempre estás consciente de las gafas, resultarán un problema para ti. Otro ejemplo
es llevar un par de zapatos nuevos y estar tan consciente de ellos que dañas tus pies o te sientes incómodo. Si te olvidaras
de ellos, podrías usarlos para caminar rápido y bien. Es lo mismo que conducir un coche o montar a caballo. Debes olvidarte
del coche y simplemente conducir, olvidarte del caballo para montarlo bien. Me parece que todo el mundo tiene el mismo
problema de no ser capaz de olvidarse del método lo cual resulta una verdadera carga.
49
50. Cuando te olvidas del método, te dedicas sólo al acto de emplearlo. Luego, puedes dar un paso más allá y olvidarte de ti
mismo también. Es como un individuo que está absorto mirando a una chica hermosa caminando por la calle, mirándola
desde cada ángulo hasta que olvida por dónde va y cae en un charco de agua. Tan pronto te olvidas de ti mismo, de
cualquier punto de vista, o de cualquier sensación corporal – desaparecen la comodidad o la incomodidad. Si te dedicaras
sólo a olvidar el método, pero no a ti mismo, tu cuerpo se sentiría muy cómodo. En el momento en que te olvidas de ti mismo,
incluso la sensación de comodidad o incomodidad desaparece aún cuando a tu alrededor todo sigue existiendo. Estás
claramente consciente del ambiente, aunque te has olvidado de ti mismo.
Finalmente hasta el medio ambiente es olvidado. No oyes lo que se oye ni ves lo que se ve. En este momento la persona ha
entrado en el samadhi.
En cuanto a estos cinco niveles de la vacuidad, la mayoría de ustedes pueden ya vaciar parte de las cosas mencionadas,
pero aún no han sido capaces de olvidar el método, y ni qué decir de olvidarse de sí mismos o del medio ambiente. Estos
son grandes pasos, duros de lograr para la mayoría de las personas. Si se olvidan del método, pierden toda conciencia del
tiempo y se sientan muy bien. Si se olvidan de sí mismos, podrían pasar por un importante cambio de personalidad. Si
alcanzan el nivel en el que pueden olvidarse también del medio ambiente, entonces llegarán al estado de samadhi. En esta
etapa, su carácter sufrirá definitivamente un gran cambio y yo estaré preparado para darles un método que les ayude a
entrar en la etapa del “No-yo.”
En resumen, los cinco niveles son: 1) Vaciar tu mente de pensamientos relacionados con tu vida cotidiana antes de que
vengas al retiro. 2) Dejar fuera de la mente y el cuerpo todas las cosas que ocurran durante el retiro. 3) Olvidarse del método
mismo. 4) Olvidarse del yo. 5) Olvidar el medio ambiente. Todo el mundo debería preguntarse a sí mismo en qué nivel está.
Hablando de mi propia experiencia, cada vez que me siento a meditar, paso por los mismos cinco niveles de vacuidad. Uno
por uno olvido cada nivel anterior hasta que llego al quinto. Solía suceder en otra época que yo pasaba por este proceso
con mucha lentitud. Pero el tiempo corre, y ahora, tan pronto como me siento, voy rápida y suavemente del nivel uno al dos,
al tres, al cuatro, al cinco. Espero que en el futuro cada uno de ustedes sea capaz de lograr lo mismo. Esto es muy parecido
a lo que se escribe en los sutras acerca del Buda Shakyamuni, quien era capaz de entrar en lo que se conoce como “niveles
de dhyana.” Debía entrar en el primer nivel de dhyana antes de poder entrar en el segundo, el tercero, y etc. Aunque la
analogía no es un paralelo exacto. De lo que estoy hablando aquí es de los niveles del estado ordinario de la mente al
samadhi, o lo que sería el primer nivel de dhyana. Pero el tipo de proceso por el que se pasa es el mismo.
Con esta información, puedes saber con claridad cómo acercarte a la práctica. Mientras te mantengas practicando
asiduamente, serás capaz de observar estas cosas claramente en tu propia experiencia. Conforme vayas olvidando o
dejando atrás un nivel para entrar en otro sabrás qué es lo siguiente que debes hacer. Como los círculos de una escalera,
los pasos son bien marcados. Con la práctica continua, finalmente podrás ascender con rapidez. 50
51. Si tu mente
está llena de
problemas y
preocupaciones
Suelta esos
problemas y
preocupaciones
por un instante
Regálate un
minuto de
meditación
Ayuna y
renuncia un
momento a
ellos
- Regálate un
momento en tu
cojín de
meditación
-Vete al bosque o
al mar para entrar
en contacto con la
naturaleza
-Ve a una
conferencia o
sesión de Dharma
-Ve a un retiro de
meditación
Te recomendamos ver el video One Moment Meditation
de Martin Boroson (existe traducción al español)
http://www.youtube.com/watch?v=RvsmBwOWozI&feature=email 51
52. Si tu mente
está
somnolienta
- Fija tu
atención en la
frente
- Piensa en lo
preciado de la
vida humana
- Observa un
punto luminoso
- Pon tu
atención en la
inhalación
Siéntate a
meditar
52
53. Si tu mente
vaga dispersa
- Fija tu
atención en tu
bajo vientre
- Piensa en la
muerte o en la
impermanencia
- Observa un
punto oscuro
- Pon tu
atención en la
exhalación
Siéntate a
meditar
53
54. Si tu mente
vaga dispersa
de
pensamiento
en
pensamiento
Anclala en los
4
pensamientos
que Orientan
la Mente a la
Liberación
Si no puedes
soltar los
pensamientos,
quédate con
uno solo de
ellos
1. Lo preciado de la
vida humana
2. La impermanencia
3. Está sujeta a
causas y
consecuencias
4. Lo insatisfactorio
de la existencia
humana
54
55. Lo Preciado de la
vida humana
Lo difícil que es obtener la vida
Lo fácil que es perder la vida
La gran oportunidad que tengo, aquí y ahora, para
mi desarrollo espiritual
1.Tengo órganos sensoriales intactos
2.Tengo salud
3. No tengo perspectivas erróneas
4.Tengo disposición amorosa hacia otros seres
5. Misma época en que un Buda apareció
6. Ese Buda ha dado enseñanzas
7. Las enseñanzas han sido preservadas
8. Las enseñanzas del Buda son accesibles
9.Tengo confianza natural en el Dharma
10. Puedo practicar estas enseñanzas
La
impermanencia
La vida es incierta, la muerte es cierta
Nada dura para siempre
Todo cambia y se transforma momento a
momento, instante a instante
1.Voy a envejecer
2.Voy a enfermar
3.Voy a morir
4.Todo lo que tengo y me es grato lo voy a perder
(personas, cosas, dinero, mascotas)
¿Qué es lo realmente prioritario en la vida?
1. ¿Qué me puede brindar bienestar, paz y felicidad
duradera?
2. ¿Qué me puede preparar para la muerte?
3. ¿Qué me puedo llevar durante la difícil
transición del morir?
La única entidad consciente que continúa después de la
muerte es la mente
- La mente es la fuente de la felicidad y el dolor
- La prioridad fundamental de mi vida debería ser el
entrenamiento de mi mente
- El camino idóneo para entrenar la mente es el Dharma
Está sujeta a
causas y
condiciones
Mi presente es producto de mis acciones pasadas
Mi futuro será el resultado de mis acciones
presentes
Todo lo que pienso, digo y hago tiene
consecuencias
Todas mis acciones de mente, palabra y cuerpo
cuentan
1.Yo soy propietario de mis acciones
2.Yo soy propietario de las consecuencias de mis acciones
3.Yo soy generado por mis acciones
- Mis acciones son mis verdaderos familiares y amigos
- Mis acciones son mi verdadero refugio
- De cualquier acción buena o mala que yo realice seré el
heredero
- No hay a dónde pueda escapar de la consecuencia de mis
acciones
Esta existencia
tiene limitaciones
Mientras mi mente se encuentre entintada de
ignorancia, apego y aversión:
- Seré presa de todo tipo de emociones y actitudes
perturbadas
- Experimentaré un mundo en el cual existirán siempre
incontrolables y recurrentes problemas, dificultades e
insatisfacción
- Renaceré día a día en ciclos recurrentes de placer y dolor
Elaboración propia. Fuente: Sadana. Meditaciones de Las Tres Luces. Casa Tíbet México y Abhinham paccavekkhitabba dhamma. Anguttara Nikaya. V.57
55
56. Ahora, suelta
el método
Relájate y
relaja tu
mente, ponla
en su estado
natural
Simplemente
observa
cualquier
pensamiento,
emoción o
sensación que
surque el
espacio de tu
mente
56
57. Ahora, suéltate
Deja al “yo”, a
lo “mío”
Suelta tu
cuerpo y tu
mente
No existe un
“yo”, no existe
“lo mío”, todo es
vacuo, todo es
impermanente,
todo carece de
identidad
intrínseca, todo
es insatisfactorio,
todo es producto
de causas y
consecuencias
57
58. Ahora, suelta
al mundo
Suelta al
entorno, suelta
las
circunstancias
Ve todo como si
fuese un sueño
Pero no pierdas
la atención, no
pierdas la lucidez,
ancla tu mente
en un objeto: tu
respiración, un
mantra, una
imagen
58
59. Ubícate en el
“aquí y el
ahora”
Deja el pasado,
deja el futuro,
ubícate en el
presente
Disfruta de este
momento
presente
maravilloso
Disfruta tu
inhalación y
exhalación
Disfruta el darte
cuenta que te das
cuenta
59
61. 1
Dejas el pasado
y el futuro
2
Te ubicas en el
presente, en el
“aquí y ahora”
3
Dejas tu cuerpo
4
Dejas tu mente
5
Dejas el
mundo
6
Entras en
Samadhi
61
62. 1
Si tienes
muchos
problemas y
preocupaciones
2
Pones tu
mente en los
cuatro
pensamientos
que orientan
tu mente hacia
la liberación
3
Si tienes muchos
pensamientos, te
concentras en el
método
4
Si aún así no te
concentras, pon
tu mente en tus
sentidos. Por
ejemplo en los
sonidos
5
Pon tu mente
en el inicio,
continuación y
fin de un
sonido
6
Entras en
Samadhi
62
64. Muchas
preocupaciones
Pensamientos
Método
Yo
Cuerpo-Mente
Mundo
Todo el “truco” de la meditación se refiere a soltar, a
dejar, a abandonar, a desvincularte, a renunciar, a
ayunar de una cosa y esto lo logras apegándote,
momentáneamente al piso superior, el cual a su vez
vas a tener que abandonar después.
Así, si tienes muchos problemas y preocupaciones,
déjalas, abandónalas aunque sea por un instante. Esto
lo logras fijando a tu mente en los Cuatro
Pensamientos que Orientan a la Mente hacia la
Liberación.
¿Por qué funciona esto? Porque la mente sólo puede
estar en una cosa al mismo tiempo. Si fijas tu
atención en algo, debes desatender lo otro. Ese es
todo el truco.
Suelta
Suelta y Apégate y Suelta
Después habrá otros niveles
Aquí empiezas
64
65. ¿Por qué soltar?
Para alguien no budista puede parecer algo confuso que se diga que uno debe soltar el
“yo” y soltar al mundo.
¿Por qué desapegarse de ello, porqué renunciar a ello?
El budismo plantea que uno está aferrado al ego, al yo, lo cual, en principio no es malo o
negativo, ya que eso es lo que nos vincula a la existencia, pero mal llevado nos conduce
a la soberbia, a la vanidad, al falso orgullo.
¿Por qué soltarnos del mundo? Porque el budismo plantea que el mundo es
insatisfactorio y que en él tarde o temprano vamos a sufrir por cuatro razones:
- el envejecimiento
- la enfermedad
- las pérdidas de personas y cosas
- la muerte
No hay forma de encontrar felicidad permanente en algo que es impermanente. No hay
forma de garantizar felicidad en algo que no depende de nosotros y que no lo
podemos controlar. No hay forma de obtener felicidad de algo que no tiene existencia
inherente o que depende de causas, condiciones y circunstancias.
Por eso, para alcanzar los estados más altos de meditación o absorción va a ser
necesario estudiar el Dharma, es decir las enseñanzas que nos conducen hacia la
sabiduría. Igualmente es necesario tener un comportamiento ético, es decir, renunciar a
acciones no virtuosas.
Este es el trinomio básico: ética, meditación y sabiduría.
Tenemos que aprender a caminar simultáneamente por esos tres senderos.Al principio
no tenemos sabiduría, por lo cual requerimos fe, es decir confiar. Pero no es una fe
ciega, dogmática, sino una fe tentativa, provisional, momentánea.“Aceptamos sin
conceder”. Posteriormente la fe la transmutamos por sabiduría, porque ya la hemos
probado, experimentado, vivenciado, porque ya nos consta y tenemos la prueba o la
evidencia en la mano. 65
66. Elaboración propia basado en:
Etapas de la vacuidad en la meditación
Conferencia impartida por Shih-fu (el maestro Sheng Yen) el 28 de mayo de 1980.
0. Existencia
Está uno atrapado en los problemas y
preocupaciones de la vida cotidiana
Uno no sabe lo que es la meditación, ni la
practica, ni tiene interés en ella porque no
sabe el valor que tiene.
1. Dejar problemas y
preocupaciones
Dejar todos tus problemas y preocupaciones de
tu vida cotidiana
Vaciar tu mente de pensamientos relacionados
con tu vida cotidiana antes de que vengas al
retiro o te sientes en tu cojín de meditación
2. Dejar pensamientos
Vaciar la mente de cualquier pensamiento o cosa
que surja en ella, así como del ambiente (ruidos,
etc.)
Dejar fuera de la mente y el cuerpo todas las
cosas que ocurran durante el retiro
3. Dejar el método
El método que usas para superar la dispersión o
la somnolencia (ver Antídotos)
Olvidarse del método mismo
4. Olvidarte de ti
Tan pronto te olvidas de ti mismo, de cualquier
punto de vista, o de cualquier sensación corporal,
desaparecen la comodidad o incomodidad.
Olvidarse del yo
5. Olvidarte del medio ambiente No oyes lo que se oye ni ves lo que se ve Olvidar el medio ambiente
6. Entras en Samadhi
En esta etapa su carácter experimentará
definitivamente un gran cambio.
Entrar en Samadhi es una práctica gradual que
requiere esfuerzo, disciplina, paciencia,
entrenamiento y control.
7. Entrar en la etapa del “no-yo”
Estos son niveles superiores o profundos de
meditación o absorción que requieren otro nivel
de enseñanza que rebasa esta presentación.
Para poder alcanzar estos niveles debe buscar
un maestro cualificado, amoroso y honesto.
Etapas en el Desarrollo de la Mente
Para pasar del estado ordinario de la mente al Samadhi, o lo que sería el primer nivel de dhyana
66
67. Antídotos
A aplicar para hacer frente a los “venenos” que se
presentan en el proceso de la meditación
67
68. Antídotos Introspección (saprajanya, ses. bzhin):
- Ajuste de postura y la vista
- Darse cuenta
- Relajar la fuerza de la recolección del objeto de meditación
- Disminuir la energía que sustenta a la excitación mental -atender el área
umbilical
- Pensamiento depresivo - la muerte
- Suspender la sesión
Fuente: Tony Karam, Curso Introductorio de Budismo
68
69. 1. Pereza -Indolencia con base en el apego del
sueño
- Involucrarse en las actividades
determinadas por el deseo, etc.
- Sentido de inadecuación
- Fe
- Aspiración
- Esfuerzo
- Flexibilidad
2. Olvidar el consejo -Olvidar la instrucción acerca del objeto
de meditación significa perder la
recolección del mismo.
- Olvidar al objeto debido al poder de la
excitación, el sopor o la falta de claridad.
- Recolección
3. No identificar el
sopor y la excitación
mental
Excitación mental: pérdida del objeto
de meditación o de recolección
- Burda: Pérdida plena del objeto,
sustitución del objeto
- Sutil: Mezcla del objeto de meditación
con otros elementos mentales
incontrolables
Sopor: pérdida de la claridad del objeto
- Burda: Sueño
- Sutil: Falta de Claridad
Antídotos Excitación:
-Ajuste de postura y la vista
-Darse cuenta
-Relajar la fuerza de la recolección del objeto de meditación
-Disminuir la energía que sustenta a la excitación mental
- atender el área umbilical
- Pensamiento depresivo
- Pensar en la muerte
- Suspender la sesión
Antídotos Sopor
-Ajuste de postura y vista
-Apretar la atención al objeto de meditación
-Elevar la energía corporal -atender el entrecejo
-Técnicas de respiración en combinación con apertura de párpados e
imaginar la iluminación del espacio donde se practica
Método Tántrico
- Visualizar a la mente en el canal central y llevar a cabo la emisión a
través de la verbalización de la sílaba Phé
Los 5 Venenos de la Meditación y los 8 Antídotos
Venenos Antídotos
69
70. 70
4. No aplicar el
antídoto
- No ejecutar los procedimientos
anteriormente mencionados
- Ejecutar los procedimientos anteriormente mencionados
5. Sobreaplicación
del antídoto
- Aplicar los antídotos en exceso se
convierte en un veneno
-Ecuanimidad
Prajña
-Sabiduría discriminativa
-Pensamiento integral y visión integral
-Entendimiento del vacío
-Responsable de la liberación y eventualmente de la iluminación
Los 5 Venenos de la Meditación y los 8 Antídotos
Venenos Antídotos
74. 74
Simbología
La mente del meditador
En negro: salvaje y sin domar, puede ser peligroso y causar una terrible
destruccion. El negro simboliza que el letargo mental permea la mente
En blanco: completamente obediente.
Mico
La agitacion mental. No puede quedarse quieto ni siquiera un
momento, siempre esta charlando y es atraído por cualquier cosa. El
Mico conduce al elefante (a la mente)
El meditador
Trata de obtener control de la mente
Un lazo
Simboliza la atención
Un Garfio
Simboliza el estado de alerta
Un Conejo
Simboliza el letargo mental sutil, al principio imperceptible
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Fuego
El esfuerzo que se requiere para la práctica del shi-né. Cada vez que
aparece es menor que el anterior y eventualmente desaparece. En cada
etapa sucesiva de desarrollo menos energía se requiere para mantener la
concentración y eventualmente no se necesita ningún esfuerzo. El fuego
reaparece en la etapa undécima, cuando el meditador ha tomado la
meditación en el vacío.
Cinco Fuentes de Agitación Mental (los sentidos)
También en el diagrama aparecen las imágenes de comida, vestido,
instrumentos musiciales, perfumes y un espejo. Ellos simbolizan las cinco
fuentes de agitación mental como son los cinco objetos sensuales: aquellos
del gusto, el tacto, el sonido, el olor y la vista respectivamente.
Comida
Gusto
Vestido
Tacto
Instrumentos
musicales
Sonido
Perfumes
Olor
Espejo
Vista
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Simbología 11a Etapa (Vipashana)
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Otra etapa
El meditador monta sobre el elefante quien ahora camina
en otra dirección. Ha entrado ahora en un nuevo tipo de
meditación denominada vipasyana, o la más alta
interiorización.
Espada Flameante
Esta meditación se simboliza por la espada flameante, el
afilado y penetrante implemento que corta hacia la
realización de la vacuidad.
Dos Líneas Negras
En la undécima etapa del diagrama dos líneas negras salen del
corazón del meditador. Una de estas representa klesavarana, los
oscurecimientos del karma y las distorsiones mentales. La otra
representa a jneyavarana, el oscurecimiento de los instintos de la
distorsión mental. El meditador sostiene la espada de la sabiduría
de la meditación vipasyana con la cual él planea separar estas dos
líneas.Jneyavarana: el oscurecimiento de
los instintos de la distorsión mental
Klesavarana: los
oscurecimientos del karma
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El meditador trata de obtener el control de una mente
salvaje y sin domar que es dominada por la agitación y la
distracción. La mente siempre está charlando y es atraída
Logramos detener la distracción de la mente, al
concentrarla en un solo punto.
Le echamos el lazo de la atención a la mente, la cual
empieza a obedecernos ligeramente. Sin embargo se
apodera de nosotros un letargo sutil. La distracción sigue
presente para ya no controla totalmente nuestra mente.
Empezamos a controlar nuestra mente. Desaparece el
letargo sutil. La distracción ya no nos domina, aunque
sigue presente. Aparece el Estado de alerta.
Logramos una mente obediente. Desaparece la distracción
(el changuito).
Logramos una mente poderosa, alerta, de la que tenemos
absoluto control y dominio y que puede lograr todo lo que
nos propongamos.
78. La Perfección de la Concentración
por el Geshe Rabten Rinpoché
78
79. 79
La Perfección de la
Concentración
por el Geshe Rabten Rinpoché
La concentración es importante tanto en la práctica del Dharma como en la vida diaria. La
palabra tibetana para la práctica de la concentración es shi-né , donde shi significa paz y ne
significa habitar, luego shi-né es, morar en la paz o no estar atareado.
Mientras no observemos la mente en detalle tenderemos a pensar que ella está tranquila. Sin
embargo, cuando de verdad miramos en su interior, nos damos cuenta que no lo está. La mente
no permanece en un sólo objeto ni siquiera por un segundo. Se agita en rededor como una
bandera batiendo en el viento; no acaba de fijarse la mente sobre un objeto cuando ya es
arrastrada por otro. Aun cuando vivamos en una cueva en lo alto de una montaña la mente se
mueve sin cesar.
Cuando nos situamos en lo alto de un gran edificio podemos mirar hacia abajo y ver cuan
agitada está la ciudad, pero si estamos caminando por sus calles somos conscientes tan solo de
una fracción de dicho ajetreo. De forma similar, si no investigamos en forma apropiada nunca
seremos conscientes de cuan ocupada está la mente.
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La conciencia primaria per se es pura e inmaculada, pero reuniéndose en torno suyo hay 51 elementos mentales secundarios,
algunos positivos, otros negativos y otros neutros. En los seres ordinarios estos elementos secundarios negativos son más
fuertes que los positivos. La mayoría de las personas nunca intentan ganar control de estos elementos mentales secundarios; si
lo hicieran estarían admirados de cuán difícil es dicha tarea. Dado que los elementos negativos han dominado la mente durante
un número incontable de vidas, superarlos requerirá un tremendo esfuerzo. Ahora bien, no es posible experimentar el shi-né si
estos no han sido dominados por completo.
Pero el atareamiento de la mente es producido por la mente, lo cual significa que el esfuerzo requerido para eliminarlas es de
tipo mental y no de tipo físico. Sin embargo, cuando nos entregamos a un esfuerzo intenso para desarrollar shi-né es importante
hacer uso de ciertos factores secundarios de naturaleza física. Por ejemplo, el sitio donde uno practica debe ser limpio,
silencioso, cerrado a la naturaleza y placentero a la mente. Además, los amigos que nos visiten han de ser pacíficos y virtuosos.
Nuestro cuerpo debe estar fuerte y libre de enfermedades.
La práctica de la concentración requiere sentarse en la postura apropiada la cual tiene siete puntos:
1. Las piernas cruzadas y los pies apoyados sobre los muslos con las plantas dirigidas hacia arriba. Si esta postura es muy
dolorosa la persona se distraerá de su concentración, en cuyo caso deberá sentarse con la pierna izquierda doblada debajo del
muslo derecho y el pie derecho descansando sobre el muslo izquierdo
2. El tronco estará tan derecho y recto como sea posible
3. Los brazos forman una especie de arco sin que los codos se recuesten sobre los lados o sobre el cuerpo, ni que tampoco estén
exageradamente separados. La mano derecha descansa en la palma izquierda, con los dedos pulgares tocándose suavemente
formando un óvalo
4. El cuello está derecho pero ligeramente curvado con el mentón dirigido hacia dentro
5. Los ojos están dirigidos hacia abajo con el mismo ángulo que forma la línea de la nariz
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6. La boca y los labios están relajados sin que estén abiertos ni cerrados apretadamente
7. La lengua suavemente apoyada contra el paladar
Estos son los siete puntos para la correcta postura meditativa cada uno de los cuales simboliza una etapa diferente del sendero.
Además, existe un fin práctico en cada uno de los siete:
1. Tener los pies cruzados mantiene el cuerpo en una posición de aseguramiento. Uno eventualmente podría sentarse en
meditación por un período largo de tiempo, incluso por semanas o por meses en una sola sentada. Con las piernas así
aseguradas uno no se caería.
2. Mantener el tronco derecho, permite el máximo funcionamiento de los canales que portan las energías vitales a lo largo de
todo el cuerpo. La mente viaja sobre estas corriente de energía, luego mantener los canales en buen funcionamiento es muy
importante para una meditación exitosa.
3. La posición de los brazos también contribuye al flujo de las corrientes de energía.
4. La postura del cuerpo mantiene abiertos los canales de energía que van a la cabeza y evita que se generen calambres.
5. Si los ojos están dirigidos en un ángulo muy alto la mente fácilmente se agita; pero si el ángulo es muy bajo la mente
rápidamente se siente adormilada.
6. La boca y los labios se sostienen así para estabilizar la respiración. Si la boca está cerrada muy fuertemente la respiración se
obstruye siempre que la nariz se congestiona. Si la boca se mantiene muy abierta, la respiración se vuelve muy fuerte
aumentando el elemento fuego y elevando la presión sanguínea.
7. Mantener la lengua contra el paladar evita un exceso de salivación y hace que la garganta no se seque. Además de esto los
insectos no podrán meterse ni en la boca ni en la garganta.
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Estos son sólo las razones más obvias para adoptar la postura meditacional de los siete puntos. Las razones secundarias son
demasiadas para que las estudiemos ahora. Debe anotarse que la naturaleza de las corrientes de energía de algunas personas no
les permite usar esta posición y debe dárseles una posición alternativa. Esto sin embargo, es muy raro.
Aun cuando con solo sentarse en la postura vajra se produce un buen marco de referencia para la mente, esto no es suficiente.
El principal trabajo, aquel que es hecho por la mente, ni siquiera ha comenzado. La forma para sacar a un ladrón que se ha
metido en una habitación es entrar a la casa y echarlo afuera y no sentarse afuera y gritarle. Si nos sentamos en la sima de una
montaña y nuestra mente constantemente está pendiente del pueblo situado en su base, poco logramos.
La concentración tiene dos enemigos, la agitación mental o atareamiento y el entumecimiento mental o letargo.
Por lo general, la agitación surge del deseo; un objeto atractivo aparece en la mente y ésta deja de atender al objeto de
meditación siguiendo al otro.
El letargo surge de una apatía sutil que se desarrolla en la mente.
Con el fin de obtener una firme concentración estos dos obstáculos tienen que ser eliminados. Un hombre necesita una vela
para poder ver en la oscuridad la pintura que aparece en la pared de una habitación. Si hay una corriente de aire la vela ondeará
mucho impidiendo que el hombre vea en forma apropiada y si la vela es muy pequeña, su nombre será muy débil. Cuando la
llama de la mente no es obstruida por el viento de la agitación mental y no es debilitada por la pequeñez del letargo, se puede
concentrar en forma apropiada sobre la pintura del objeto de meditación.
En los estados iniciales de la práctica de la concentración, la agitación mental es mayor obstáculo que el letargo. La mente
continuamente vuela alejándose del objeto de concentración. Esto puede verse al tratar de mantenerse fija en el recuerdo de un
rostro. La imagen del rostro es rápidamente reemplazada por alguna otra cosa.
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Detener este proceso es difícil, puesto que hemos construido el hábito de sucumbir en él durante un largo período de tiempo y
no estamos acostumbrados a concentrarnos. Tomar lo nuevo y dejar atrás lo viejo es siempre difícil. No obstante, puesto que la
concentración es fundamental para todas las formas de alta meditación así como para toda alta actividad mental, uno debe
hacer el esfuerzo. La agitación es superada principalmente por la fuerza de la atención y el letargo por la aplicación atenta.
En el diagrama que representa el desarrollo del shi-né , hay un elefante que simboliza la mente del meditador. Una vez que el
elefante es domado, nunca vuelve a desobedecer a su maestro volviéndose útil para desarrollar numerosos trabajos. Lo mismo
se aplica a la mente. Más aún, un elefante salvaje y sin domar es peligroso causando a menudo una terrible destrucción. De la
misma manera, una mente que no ha sido entrenada puede causar cualquiera de los sufrimientos de los seis reinos.
En la base del diagrama, el desarrollo de la concentración del elefante es totalmente negro. Esto se debe a que en la etapa
inicial de desarrollo del shi-né el letargo mental permea la mente. Enfrente al elefante hay un mico que representa la agitación
mental. El mico no puede quedarse quieto ni siquiera un momento y siempre está charlando y con alguien, siendo atraído por
cualquier cosa.
El mico conduce al elefante. En este estado de la práctica la agitación mental guía a la mente hacia todos lados.
Detrás del elefante sigue el meditador, quien trata de obtener control de la mente. En una de sus manos sostiene un lazo
simbolizando la atención y en la otra un garfio simbolizando el estado de alerta. En este estado el meditador no tiene control
sobre su mente. El elefante sigue al mico sin prestar la más mínima atención al meditador.
En la segunda etapa el meditador ha casi alcanzado al elefante.
En la tercera etapa el meditador lanza el lazo sobre el cuello del elefante. El elefante mira hacia atrás, simbolizando que aquí la
mente está un poco controlada por el poder de la atención. En esta etapa un conejo aparece sobre el lomo del elefante. Este es
el conejo del letargo mental sutil, el cual antes era muy sutil como para ser reconocido pero que ahora es obvio para el
meditador.
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En estas etapas tempranas tenemos que aplicar la fuerza de la atención más que la fuerza de la aplicación atenta puesto que la
agitación tiene que ser eliminada, antes de poderse eliminar el letargo.
En la cuarta etapa el elefante está bastante más obediente. Muy raramente tiene que recibir el lazo de la atención.
En la quinta etapa el mico va detrás del elefante quien en forma sumisa sigue el lazo y el garfio del meditador. La agitación
mental no perturbará más la mente en forma pesada.
En la sexta etapa, tanto el elefante como el mico siguen mansamente al meditador. Ahora el meditador no necesita ni siquiera
voltearse para mirarles. El ya no tiene más que enfocar la atención para poder controlar la mente. El conejo ha desaparecido.
En la séptima etapa se deja que el elefante siga a su propia voluntad. El meditador ya no necesita darle ni el lazo de la atención
ni el garfio de la aplicación atenta. El mico de la agitación ha desaparecido completamente de la escena. La agitación y el
letargo nunca más se presentarán en forma burda e incluso, solo ocasionalmente, en forma sutil.
En la etapa octava el elefante se ha vuelto completamente blanco. El sigue detrás del hombre puesto que ahora la mente es
completamente obediente. Sin embargo, un poco de energía es todavía requerida para poder mantener la concentración.
En la novena etapa el meditador se sienta en meditación y el elefante se duerme a sus pies. La mente ahora puede permanecer
concentrada sin ningún esfuerzo por períodos largos de tiempo, incluso días, semanas o meses.
Estas son las nueve etapas del desarrollo de shiné. La décima etapa es el logro del shi-né real representado por el meditador
montando calmadamente sobre el lomo del elefante.
Más allá de ésta, hay una undécima etapa, en la cual el meditador es dibujado como montando sobre el elefante quien ahora
camina en otra dirección. El meditador sostiene una espada flameante. Ha entrado ahora en un nuevo tipo de meditación
denominada vipasyana , o la más alta interiorización (en Tibetano: Lhag-mthong ). Esta
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meditación se simboliza por la espada flameante, el afilado y penetrante implemento que corta hacia la realización de la
vacuidad.
En varios sitios de este diagrama aparece un fuego. Este fuego representa el esfuerzo requerido para la práctica del shi-né. Cada
vez que este fuego aparece es menor que el anterior y eventualmente desaparece. En cada etapa sucesiva de desarrollo menos
energía se requiere para mantener la concentración y eventualmente no se necesita ningún esfuerzo. El fuego reaparece en la
etapa undécima, cuando el meditador ha tomado la meditación en el vacío.
También en el diagrama aparecen las imágenes de comida, vestido, instrumentos musicales, perfumes y un espejo. Ellos
simbolizan las cinco fuentes de agitación mental como son los cinco objetos sensuales: aquellos del gusto, el tacto, el sonido, el
olor y la vista respectivamente.
La mayoría de las personas toman como su objeto de concentración para desarrollar el shi-né la imagen mental de la forma de
un Buda. Primero, uno debe familiarizarse ampliamente con el objeto sobre el cual va a enfocarse. Esto se hace sentándose
enfrente a la estatua o al dibujo escogido y observándolo durante unas pocas sesiones. Luego se ensaya sentándose en
meditación y manteniendo en la mente la imagen de la forma sin la ayuda de la estatua o el dibujo. Al comienzo la
visualización que se haga de este no va a ser muy clara, ni tampoco podrá uno mantenerla, por más de unos pocos segundos.
Sin embargo, traten de mantener la imagen en forma clara y por el mayor tiempo que les sea posible. Así persistiendo, pronto
podrán mantener la imagen por un minuto, luego por dos minutos y así sucesivamente. Cada vez que la mente abandone el
objeto apliquen la atención y tráiganla de nuevo. Mientras tanto, mantengan una aplicación atenta continua para ver si surgen
perturbaciones que no habían notado
Tal como un hombre que carga un recipiente lleno de agua, descendiendo por un camino sinuoso, tiene que mantener una parte
de su mente en el agua y otra en el camino, en la práctica del shi-né , una parte de la mente tiene que aplicar la atención para
mantener una concentración firme y otra parte tiene que utilizar la aplicación atenta para hacer guardia en contra de las
perturbaciones. Más tarde, cuando la agitación mental se haya disminuido un poco, la atención no tendrá que ser aplicada tan a
menudo. No obstante, la mente entonces se fatiga al haber estado peleando por tan largo tiempo contra la agitación y
consecuentemente el letargo hace su aparición.
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Con el tiempo, vendrá una etapa en la cual el meditador sentirá un tremendo gozo y paz. Esto es tan solo letargo, en extremo
sutil, pero a menudo se le confunde con el verdadero shi-né . Con persistencia, esto también desaparecerá. Gradualmente la
mente se volverá más clara y fresca y la duración de cada sesión de meditación aumentará correspondientemente. En este punto
el cuerpo podrá ser por completo sostenido por la mente. Uno deja de desear comida o bebida. El meditador puede ahora
meditar por meses, sin ningún descanso. Eventualmente alcanzará la etapa novena del shi-né en la cual, según dicen las
escrituras, el meditador no podrá ser perturbado ni siquiera si una pared se cayera detrás suyo. El continuará meditando y
sentirá un placer físico y mental más allá de cualquier descripción, el cual está representado en el diagrama por un hombre
volando. Aquí su cuerpo se suaviza inagotable y sorprendentemente. Su mente, en profunda paz, puede ser dirigida a cualquier
objeto de meditación, justo como un delgado alambre de cobre puede doblarse hacia cualquier dirección sin que este se rompa.
La décima etapa del shi-né - o el verdadero shi-né- es obtenida. Cuando él medita es como que la mente y el objeto de
meditación se vuelvan uno.
Ahora el meditador puede mirar profundamente en la naturaleza de su objeto de meditación mientras que mantiene todos los
detalles del objeto en su mente. Esto le produce un gozo extraordinario.
Aquí, mirar en la naturaleza de su objeto de meditación, significa que él lo examina para ver si es o no puro, si es o no
permanente, cuál es su verdad última, etc. Esta es la meditación conocida como vipasyana, o intuición profunda. A través de
ésta, la mente obtiene una percepción más profunda del objeto, que la obtenida con la sola concentración.
El solo hecho de tener shi-né produce una tremenda satisfacción espiritual; pero no continuar, para todavía obtener mejores
cosas, es como haber construido un aeroplano y luego nunca volarlo. Una vez que se obtiene la concentración, la mente debe
ser aplicada a prácticas más altas. Por un lado, debe ser aplicada para superar el karma y la distorsión mental y por el otro, para
cultivar las cualidades de un Buda. Con el fin de obtener estos objetivos, el objeto de meditación tomado debe ser el vacío
mismo. Las otras formas de meditación se utilizan solo para preparar la mente para aproximarse a la vacuidad. Si usted tiene
una antorcha con la capacidad de iluminar todas las cosas debe utilizarla para encontrar algo importante. La antorcha del shi-né
debe ser dirigida a la realización de la vacuidad porque es solo la experiencia directa de la vacuidad la que saca las raíces del
sufrimiento.
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En la undécima etapa del diagrama dos líneas negras salen del corazón del meditador. Una de estas representa klesavarana, los
oscurecimientos del karma y las distorsiones mentales. La otra representa a jneyavarana, el oscurecimiento de los instintos de
la distorsión mental. El meditador sostiene la espada de la sabiduría de la meditación vipasyana con la cual él planea separar
estas dos líneas.
Una vez que el practicante ha comprendido de cerca la vacuidad, estará en el camino de la perfección de la sabiduría. Prajna-
paramita, el último objetivo del desarrollo de la concentración.
Traducido por Gonsar Rinpoché. Preparado por Glenn Mullin y Michael Lewis. Impreso en Tushita, el centro de la FPMT en
Nueva Delhi, India. Traducido al castellano en Bogotá, en el Centro de Meditación Budista Yamantaka de la FPMT en
Colombia.
Fuente
http://www.geocities.com/Athens/Oracle/4570/perfeccion_de_la_concentracion.htm
89. Maha Satipatthana Sutta
El Gran Sermón sobre los Fundamentos de la Atención
Las enseñanzas también se encuentran en el Maha Satipatthana Sutta o Gran
Sermón sobre los Fundamentos de la Atención.
Hay dos versiones
89
90. El Gran Sermón sobre los Fundamentos de la Atención
El texto básico
Maha Satipatthana Sutta
NAMO TASSA BHAGAVATO ARAHATO SAMMA SAMBUDDHASSA
Los Fundamentos de la Atención
Así lo he oído. En una ocasión vivía el Buda entre los Kurus, en Kammásadamma, una ciudad de mercado de los Kurus.
Allí el Bienaventurado se dirigió así a los monjes: «Monjes», y ellos le contestaron: «Venerable Señor». Y el Bienaventurado habló como sigue:
Monjes (1), el único camino para la purificación de los seres, para la superación de la pena y las lamentaciones, para la destrucción del dolor y
de la aflicción, para alcanzar el recto sendero, para la realización del Nibbána es éste: Los Cuatro Fundamentos de la Atención.
¿Cuáles son esos cuatros? He aquí que (en esta enseñanza) un monje medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo (2),
fervoroso, comprendiendo claramente y atento, superando la codicia y la aflicción inherentes al mundo; medita practicando la contemplación
de las sensaciones en las sensaciones, fervoroso, comprendiendo claramente y atento, superando la codicia y la aflicción inherentes al
mundo; medita practicando la contemplación de la mente en la mente (3), fervoroso, comprendiendo claramente y atento, superando la codicia
y la aflicción inherentes al mundo; medita practicando la contemplación de los objetos mentales en los objetos mentales, fervoroso,
comprendiendo claramente y atento, superando la codicia y la aflicción inherentes al mundo.
1. Monjes. Pali: bhikkhave (plural), bhikkhu (singular). Un bhikkhu es aquél que ha recibido las Ordenes Mayores (upasampada) en una orden
monástica budista (sangha) basada en la aceptación del Código de Disciplina (vinaya). En este contexto, sin embargo, el Comentario dice:
«Bhikkhu se emplea aquí como ejemplo de aquellos que están dedicados a la práctica de la Enseñanza... Cualquiera que emprenda esta
práctica..., se halla comprendido bajo el término Bhikkhu».
2 Las frases «practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo», «la contemplación de las sensaciones en las sensaciones», etc. se
repiten para hacer bien comprender al meditador la importancia de permanecer atento y consciente de sí. La atención dirigida al objeto
determinado que se ha elegido se sigue manteniendo fija en él, y no se ha desviado al campo de otra Contemplación. Por ejemplo, al
contemplar cualquier proceso corporal el meditador, inconscientemente, puede desviarse hacia la consideración de sus sensaciones
conectadas con ese proceso corporal. Debe entonces ser plenamente consciente de que ha abandonado su objeto principal y que se ha
entregado a la contemplación de sensaciones. (ver más adelante)
3 En la 1a parte de este libro, los términos palis «mente» (citta) y «objetos mentales» (dhamma) han sido traducidos libremente por «estado de
la mente» y «contenido mental» respectivamente, a fin de expresar más claramente su significado.
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91. I. La Contemplación del Cuerpo
1. Atención a la Respiración
Monjes, ¿cómo medita un monje practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo?
Monjes: he aquí que un monje va al bosque, al pie de un árbol o a un lugar solitario, se sienta con las piernas cruzadas, mantiene su cuerpo
erguido y su atención alerta (4). Atento aspira y atento espira.
Al hacer una aspiración larga, sabe: «hago una aspiración larga»; al hacer una espiración larga, sabe: «hago una espiración larga». Al hacer
una aspiración corta, sabe: «hago una aspiración corta»; al hacer una espiración corta, sabe: «hago una espiración corta». «Consciente de
todo el cuerpo (respiración) aspiraré», así se ejercita. «Consciente de todo el cuerpo (respiración) espiraré», así se ejercita; «calmando la
función corporal (de respirar), aspiraré», así se ejercita; «calmando la función corporal (de respirar), espiraré», así se ejercita.
De la misma manera que un tornero experto o un aprendiz sabe al labrar una voluta grande: «estoy labrando una voluta grande», o al labrar
una voluta corta sabe: «estoy labrando una voluta corta», así el monje al hacer una aspiración larga, sabe: «hago una aspiración larga»; al
hacer una espiración larga, sabe: «hago una espiración larga». Al hacer una aspiración corta, sabe: «hago una aspiración corta»; al hacer una
espiración corta, sabe: «hago una espiración corta». «Consciente de todo el cuerpo (respiración), aspiraré; consciente de todo el cuerpo
(respiración), espiraré», así se ejercita. «Calmando la función corporal (de respirar), aspiraré; calmando la función corporal (de respirar)
espiraré», así se ejercita.
Así medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo, interna o externamente, o tanto interna como externamente (6). Medita
contemplando los factores del origen del cuerpo(7), o medita contemplando los factores de disolución (8) del cuerpo, o medita contemplando
tanto los factores del origen como los de disolución' del cuerpo, o tiene consciencia de que «hay un cuerpo» (10) en el grado necesario para el
conocimiento y la atención (11). Medita con independencia (12), sin apegarse a nada en el mundo. Así es como el monje medita practicando la
contemplación del cuerpo en el cuerpo.
4. Literalmente «poniendo la atención enfrente».
6. Internamente: contemplando su propia respiración; externamente, contemplando la respiración de otro; interna y externamente,
contemplando su propia respiración y la de otro alternativamente, con atención ininterrumpida.
7. Los factores originantes (samudayadhamma), o sea, las condiciones del origen de la respiración son: el cuerpo en su totalidad, las fosas
nasales y la mente.
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92. 8. Los factores disolvente vayadhamma) son: la disolución del cuerpo, las fosas nasales y la cesación de la actividad mental.
9. La contemplación de ambos, alternadamente.
10. Es decir, sólo existen procesos corporales, sin un alma, un ser o una substancia permanente. La fase correspondiente en las siguientes
contemplaciones debe comprenderse de acuerdo a esto.
11. Conocimiento significa aquí la cuádruple Clara Comprensión (ver adelante). Atención es la Atención Pura. El meditador debe esforzarse
por mantenerse dentro del terreno y del propósito propios de este tipo de práctica. No debe ser desviado por reflexiones, emociones o
imágenes mentales evocadas por las Contemplaciones; si surgen deben ser someramente notadas y abandonadas.
12 Con independencia del deseo y de puntos de vista equivocados.
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93. 2. Las posiciones del cuerpo
Asimismo, Monjes, cuando un monje camina sabe: «estoy caminando»; cuando permanece en pie, sabe: «estoy en pie»; cuando está sentado
sabe: «estoy sentado»; cuando se tumba, sabe: «estoy tumbado», y también tiene consciencia de cualquier otra posición del cuerpo.
Así medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo, interna o externamente, o tanto interna como externamente. Medita
contemplando los factores del origen del cuerpo, o medita contemplando los factores de disolución del cuerpo, o medita contemplando tanto
los factores del origen como los de disolución del cuerpo (13). 0 tiene consciencia de que «hay un cuerpo» en el grado necesario para el
conocimiento y la atención. Medita con independencia, sin apegarse a nada en el mundo. Es así como el monje medita practicando la
contemplación del cuerpo en el cuerpo.
13 En todas las Contemplaciones del cuerpo, excepto la de la Respiración, los factores originales son: ignorancia, deseo Kamma, alimento y la
característica general de la disolución.
3. Atención con Clara Comprensión
Asimismo, Monjes, un monje aplica la clara comprensión al avanzar y al retroceder (14); al mirar hacia delante y al mirar alrededor, aplica la
clara comprensión; al extender y encoger los miembros, aplica la clara comprensión; al vestir la ropa y al llevar el bol de limosnas aplica la
clara comprensión; al comer, al beber, masticar y saborear aplica la clara comprensión; al obedecer las necesidades naturales aplica la clara
comprensión; al andar, permanecer de pie, sentarse, dormirse, al despertar, al hablar y al callar aplica la clara comprensión.
Así medita practicando la comprensión del cuerpo en el cuerpo... (como antes).
Así es como el monje medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo.
14. Contemplación de ambos, alternadamente. Es parte esencial del ejercicio adquirir clara conciencia del continuo surgir y
desvanecerse de los fenómenos corporales.
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94. 4. Reflexión sobre la Asquerosidad del Cuerpo
Asimismo, Monjes, un monje reflexiona sobre su propio cuerpo, de la planta de los pies hacia arriba y de la coronilla hacia abajo, envuelto en
la piel y lleno de impurezas, y piensa así: «En este cuerpo hay: pelo en la cabeza, vello en el cuerpo, uñas, dientes, piel, carne, tendones,
huesos, tuétano, riñones, corazón, hígado, pleura, bazo, pulmones, intestinos, mesenterio, estómago, heces, bilis, flemas, pus, sangre, sudor,
grasa sólida, lágrimas, grasas líquidas, saliva, mocos, fluido sinovial, orina» (15). Es como tener un saco de provisiones de aquellos con dos
aberturas, lleno de diversas clases de grano, tales como arroz de montaña, arroz corriente, alubias, guisantes, sésamo, arroz perlado, y un
hombre que tiene buenos ojos lo abre, lo examina y dice: «esto es arroz de montaña, esto es arroz corriente, esto son alubias, esto son
guisantes, esto es sésamo, esto es arroz perlado». De la misma manera reflexiona sobre su propio cuerpo de las plantas de los pies hacia
arriba y de la coronilla hacia abajo, envuelto en la piel y lleno de impurezas: «En este cuerpo hay: pelo en la cabeza..., orina».
Así medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo... (como antes).
Así es como el monje medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo.
15 Con la adición posterior de «sesos en el cráneo», estas 32 partes del cuerpo son un tema frecuente de meditación en los países budistas.
Para los detalles de la práctica meditativa ver «The Path of Purification» cap. VIII, 8.
5. Reflexión sobre los Elementos Materiales
Asimismo, monjes, he aquí que un monje reflexiona sobre su propio cuerpo, en cualquier lugar o posición que se encuentre, pensando en sus
elementos primarios: «En este cuerpo hay el elemento tierra, el elemento agua, el elemento fuego y el elemento aire» (16).
Como un carnicero experto o un aprendiz que, tras sacrificar a una vaca y dividirla en partes, se pone a venderlas en el cruce de cuatro
carreteras, de la misma manera el monje reflexiona sobre su propio cuerpo en cualquier lugar o posición que se encuentre, pensando en sus
elementos primarios: «en este cuerpo hay el elemento tierra, el elemento agua, el elemento fuego y el elemento aire».
Así es como medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo...
Así es como el monje medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo.
16 Estos «elementos» (dhatu) son las cualidades primarias de la materia, explicadas por la tradición budista como solidez (tierra), adhesión
(agua), calor (fuego) y movimiento (viento o aire). Ver The Path of Purification, cap. XI.
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95. 6. Las Nueve Contemplaciones del Cementerio
1. Asimismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo que lleva un día muerto, o dos días muerto, o tres días muerto, hinchado, amoratado y
putrefacto, tirado en el osario, aplica (esta percepción) a su propio cuerpo de esta manera: «En verdad que este cuerpo mío tiene también la
misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello».
Así medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo...
2. Asimismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el osario, que está siendo devorado por los cuervos, los gavilanes, los buitres,
las garzas, los perros, los leopardos, los tigres, los chacales o por diversas clases de gusanos, aplica (esta percepción) a su propio cuerpo de
esta manera: «En verdad que también mi cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello...»
3. Asimismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el osario, reducido a un esqueleto unido tan sólo por los tendones y con algo de
carne y sangre adherido a él...
4. Reducido a un esqueleto unido tan sólo por los tendones, embadurnado de sangre, sin carne...
5. ... Reducido a un esqueleto unido tan sólo por los tendones, sin carne y sin sangre aplica entonces (esta percepción) a su propio cuerpo de
esta manera: «En verdad que también mi cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello...»
6. Asimismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el osario y reducido a huesos sueltos esparcidos en todas las direcciones aquí
los huesos de la mano, allí los de los pies, los huesos de las espinillas, los de los muslos, la pelvis, las vértebras, el craneo...
7. Asimismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el osario, reducido a huesos blanqueados como una concha...
8. Reducido a huesos de más de un año, amontonados...
9. Reducido a huesos podridos, reducidos a polvo entonces aplica (esta percepción) a su propio cuerpo de esta manera: «En verdad que
también mi cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello».
Así medita practicando la contemplación del cuerpo en el cuerpo, interna o externamente, o tanto interna como externamente. Medita
contemplando los factores del origen del cuerpo, o medita contemplando los factores de disolución del cuerpo, o medita contemplando tanto
los factores del origen como los de la disolución en el cuerpo. O tiene consciencia de que «hay un cuerpo» en el grado necesario para el
conocimiento y la atención. Medita con independencia, sin apegarse a nada en el mundo.
Así es como el monje medita, practicando la atención del cuerpo en el cuerpo.
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