1. FASES DE LA CURVA
A pesar de que el esquí es un movimiento continuo y resulta difícil separar una etapa
del viraje de la otra, en la practica moderna se suelen distinguir cuatro fases en la
ejecución de una curva: Transición entre virajes, Desencadenamiento de la
curva(también llamado cambio), Fase de conducción o de aceleración y Fase de salida
de la máxima pendiente o de finalización de la curva, conocida asimismo como Fase de
control.
Empecemos este análisis de la curva por la transición, un momento tradicionalmente
ignorado que transcurre entre el encadenamiento de un viraje con el siguiente.
TRANSICION
Existe una fase de transición entre la salida de la curva y el desencadenamiento de la
siguiente. En esta fase de transición, como ya hemos girado tanto como queríamos y nos
disponemos a hacer otra nueva curva, se produce una descarga de la presión sobre la
nieve. El cuerpo permanece en su posición atlética(o trata de adoptarla de nuevo, si la
hemos perdido), con las piernas separadas y las manos adelante, como si estuviéramos
abrazando la gravedad.Nuestro cuerpo entonces podrá prepararse para la siguiente Fase
de desencadenamiento.
En este momento del viraje suele ser desestimado por muchos esquiadores, ya que están
más preocupados de terminar la curva que están describiendo y de comenzar lo antes
posible la siguiente. Sin embargo, es crucial que atendamos bien a esta fase que la
aprovechemos para comprobar que estamos en buena posición, o bien para recuperarnos
de ella si la hemos perdido durante la ejecución de la vuelta que estamos finalizando.
Es un error muy común tratar de iniciar un nuevo viraje sin haber hecho antes una
buena transición que nos deje en posición atlética y bien equilibrados, pero esto es,
precisamente, la diferencia entre comenzar la vuelta de forma eficiente o arruinarla.
Es muy importante, entender que durante esta etapa, a veces brevísima, la masa de
nuestro cuerpo viajaba en una dirección y se prepara para hacerlo en otra.
Esto solo es posible siendo conscientes de las fuerzas que actúan sobre nosotros,
aprovechándolas en nuestro beneficio para recuperar la posición y una vez las tenemos
bajo control (y solo entonces) desencadenar el próximo viraje.
Resumiendo, durante la Fase de Transición, entre dos curvas, lo más importante será
evitar que las fuerzas externas nos dejen retrasados. La inercia juega un papel
importante para adelantar el centro de masas y poder luego llevar a cabo una proyección
oblicua adecuada. También durante la transición de las curvas dinámicas, solemos
absorber la compresión del final de la curva.
2. DESENCADENAMIENTO
En las milésimas de segundo que siguen a la transición y ayudados por la energía que
llevamos cuesta abajo, movemos nuestro centro de masas en la dirección de la nueva
curva efectuando el cambio de cantos. Flexionamos y angulamos los tobillos para, a la
vez, combar los esquís y cantearlos; notaremos la presión en las partes internas de las
lengüetas de las botas y los cantos hendiendo la nieve. Ambos esquís trabajan, pero el
exterior es el dominante, de ahí la importancia de que las piernas actúen
independientemente, con objeto de evitar que, al mover las masas del cuerpo cuesta
abajo al interior de la nueva curva, el peso se transfiera totalmente al esquí interno y nos
haga perder el equilibrio.
El desencadenamiento del viraje suele llevarse a cabo mediante la inclinación al interior
de la curva, este se realiza hacia la máxima pendiente y no hacia el lateral de la
pendiente, debemos proyectar la masa de nuestro cuerpo activamente cuesta abajo y no
simplemente de lado.
La INCLINACION pura no suele darse en el esquí salvo en momentos puntuales. Este
gesto suele ir siempre combinado con la anulación progresiva de rodillas y caderas, que
compensa el exceso de inclinación. El objeto es que no perdamos el equilibrio y
mantener la presión dominante en el esquí exterior.
Al desplazar la masa del cuerpo al interior de la curva(al inclinar) no lo haremos de
manera lateral sino de forma diagonal, es decir, tanto hacia delante(cuesta abajo) como
hacia el lado al que queremos girar. A este gesto, complejo de explicar pero sencillo de
ejecutar, se le llama PROYECCION OBLICUA y con el conseguiremos un buen agarre
en las espátulas de las tablas desde el inicio del viraje, lo que nos asegura el control de
los esquís durante el resto de la vuelta. Una noción clara de donde esta su centro de
masas le permitirá llevar a cabo una proyección oblicua adecuada sin extensiones
innecesarias.
Iniciado el viraje, el esquí interior tiende a cargarse por el efecto que comentábamos de
la inclinación. Para compensarlo, aumentaremos la presión sobre la nieve distendiendo
la pierna externa, unido a las fuerzas que se generan transferirá presión a los cantos,
combando el esquí y haciendo que siga girando. De manera natural, la pierna interior se
flexionara para permitir a la exterior hacer mejor su trabajo. Ello nos hará repartir el
peso sobre ambos pies y que la presión dominante siga sobre el externo, a lo que
también contribuirá la angulacion progresiva de la cadera. La angulacion de la cadera
nos hará trasladar nuestro centro de gravedad hacia el exterior de la curva y además
aplicar mas fuerza sobre el esquí exterior. La angulacion de la cadera debería hacerse de
manera progresiva, proporcional al tipo de viraje que estamos ejecutando, a su radio y a
su velocidad. Una buena manera de coordinarla con la totalidad del viraje es mediante el
gesto de clavar el bastón.
Si desde que desencadenamos la vuelta tenemos las manos bien adelantadas y vamos
gradualmente basculando el bastón externo hacia adelante y hacia la máxima pendiente
para plantarlo al final del viraje, de manera natural la cadera se ira angulando conla
misma fluidez que efectuemos ese clavado con nuestro brazo exterior.
Es importante dosificar convenientemente la inclinación con una angulacion de cadera
suficiente.
3. SALIDA DE LA MAXIMA PENDIENTE(Fase de control)
A medida que vayamos describiendo la curva y saliendo de la línea de máxima
pendiente, se Irán generando mayores fuerzas por la interacción de estas. Para absorber
estas fuerzas y emplearlas en nuestro beneficio, relajamos las piernas leve y
progresivamente y vamos descargando la presión.
Pasamos fluidamente del esquí exterior al interior, que será el dominante en el nuevo
viraje y ya estaremos en la transición de la siguiente vuelta, intentando volver a nuestra
posición atlética
CENTRALIDAD
Se denomina a la habilidad para mantener una posición equilibrada, cómoda y efectiva
sobre los esquís utilizando para ello numerosos movimientos sincronizados.
ANGULACION(Angulacion de cadera)
Angulo que adoptan las extremidades inferiores respecto al torso. Su principal efecto es
trasladar el centro de gravedad al exterior de la curva y transferir más presión al esquí
externo, a la vez que se cantean las tablas.
4. CONTRAROTACION
Se estima que existe contrarrotación del torso respecto de las piernas cuando los ejes de
los tobillos, rodillas y cadera no son paralelos al de los hombros, los cuales están mas
orientados hacia el valle que las extremidades inferiores, por el contrario, cuando el
torso y los hombros y cadera están excesivamente rotados hacia el monte, hablaremos
de sobrerotacion.
INCLINACION
Movimiento pendular en el que el cuerpo adopta un angulo menor de 90 grados respecto
al suelo. En esqui, suele servir para adoptar un mayor canteo, para iniciar un viraje.
CONDUCCION
Acción de dirigir los esquís sobre los cantos con un derrapaje mínimo o inexistente.
5. ANTICIPACION
Se trata de un complejo proceso mental, sensorial y perceptivo que cambia con la
experiencia motora del deportista.
La anticipación por contrarrotación se da por la posición del torso encarado a la máxima
pendiente, es decir anticipándose en la dirección del nuevo viraje.
La anticipación visual es la habilidad para utilizar selectiva y conjuntamente los focos
de visión principal y periférico, tanto en la dirección a la que uno quiere dirigirse como
al recibir la información del entorno.